Durante décadas, los investigadores han sondeado el cosmos con potentes telescopios gracias a los cuales hemos obtenido mucha información sobre nuestra galaxia. El big data generado a partir del estudio de más de 100.000 gigantes rojas, consideradas como estrellas muy grandes y frías, ha permitido ahora trazar el primer mapa global con la edad de la **Vía Láctea**.El mapa confirma que la Vía Láctea se formó siguiendo un patrón "desde dentro hacia fuera"
El trabajo, realizado por los equipos de Melissa Ness y Marie Martig del Max Planck Institute for Astronomy, ha obtenido una ingente cantidad de información a partir del telescopio Kepler de la NASA y el instrumento APOGEE del Sloan Digital Sky Survey (SDSS). Los dos grupos científicos han sido capaces de estimar la edad de 100.000 gigantes rojas localizadas en la Vía Láctea. Así han podido desarrollar un mapa con la distribución de las estrellas más jóvenes y más viejas de nuestra galaxia. El modelo representa una zona situada entre el centro de la Vía Láctea y las afueras de la galaxia, localizadas a 65.000 años luz de la región central.
Este primer mapa global de las gigantes rojas predice que los discos estelares de la Vía Láctea deberían haberse formado siguiendo un mecanismo "desde dentro hacia afuera". En otras palabras, uno esperaría descubrir las estrellas más antiguas cerca del centro de la galaxia, mientras que las más jóvenes se encontrarían en las regiones más externas. El modelo presentado confirma precisamente esta distribución. Como puede observarse en la siguiente imagen, las estrellas más jóvenes (marcadas en azul) están en las zonas exteriores, mientras que las estrellas más viejas aparecen representadas en rojo y naranja.
Según señalan desde el **Instituto Max Planck de Astronomía, el primer mapa de la Vía Láctea podría servir para reconstruir la historia de formación de las estrellas de nuestra galaxia. Por ejemplo, conoceríamos cuántas estrellas en el interior de nuestra galaxia aparecieron en diferentes momentos del pasado y en qué regiones del cosmos. También podríamos saber cómo las estrellas han enriquecido a la Vía Láctea con los elementos que producen a través de las reacciones de fusión nuclear.
Comprender la historia de la propia Vía Láctea, su estructura y evolución nos permite entender un poco mejor cómo se formaron las estrellas o cómo evolucionaron las galaxias. Asimismo, este primer mapa global con la Vía Láctea sirve para profundizar un poco más en la evolución de los elementos químicos presentes en el cosmos. Como se observa también en la siguiente gráfica, la distribución de las estrellas jóvenes y viejas de la galaxia nos ayuda a confirmar el modelo de formación de la Vía Láctea, descrito desde hace tiempo por un patrón "desde dentro hacia fuera"**.
El desarrollo del primer mapa global con la edad de la Vía Láctea ha sido presentado en el congreso anual de la Sociedad Americana de Astronomía. El trabajo ha sido fruto de tres investigaciones, publicadas o aceptadas para su publicación en las revistas *Astrophysical Journal, Monthly Notices of the Royal Astronomical Society y Astrophysical Journal*. Estos tres estudios vuelven a destacar la importancia de la generación y el análisis del big data en investigación, una información que puede servirnos para saber más acerca de la Vía Láctea y la historia del universo.