No hay temporada del año en la que falte alguna película de horror en el cine. Franquicias y franquicias siguen estrenando títulos en la pantalla grande y, salvo algunas excepciones, la calidad de ellas no es de admirar (y posiblemente este sea el motivo), sin embargo, este género sigue en la cartelera a pesar de la falta de premios importantes a los títulos o directores, o de la trascendencia de los filmes, incluso de las pobres calificaciones del público.

No será un misterio el por qué cada tanto se estrena una película de horror en el cine si observamos la siguiente tabla que muestra las cintas más rentable desde 2010. Cabe mencionar que la ganancia se calcula de la diferencia obtenida del Box Office y costo de producirla.

Podemos ver que una de las películas con mayores recaudación en Box Office es "The King's Speech" (2010, Tom Hooper), que tuvo un presupuesto de 15 millones, sin embargo, es "The Devil Inside" (2002, William Brent Bell) la que resultó proporcionalmente más lucrativa que ninguna de la lista, pues si bien tuvo un presupuesto de 1 millón, recaudó casi 102 mil millones, es decir, una ganancia de cerca del 5000%. En el segundo lugar de las películas más lucrativas con respecto a su presupuesto y lo recabado está "Insidious", de la que tuvimos ya una segunda parte y una tercera en 2015, ambas muy lejanas de las jugosas ganancias que tuvo la primera entrega, la cual obtuvo ganancias de hasta más del 3000% con respecto a su presupuesto.

La respuesta entonces al por qué hay películas de horror cada tanto es el simple sonido de la caja registradora que, constante y sonante, no falla en el prolífico, y ahora comprendemos bien: lucrativo, negocio de las películas de horror.

Si lo analizamos como público, las películas de horror buscan impactar, asustar así sea con su método jump scare (o por esto mismo), permite divertirse a nivel experiencia y poco importa lo demás. Así pues, seguro habrá películas de horror durante mucho tiempo.