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NASA (Wikimedia)

Un seísmo de magnitud 6,3 en el mar de Alborán se ha sentido hoy a las 4:22 h de la mañana en el sur de Andalucía y Melilla. El temblor es la continuación de una serie de terremotos acaecidos en esta región desde el pasado 21 de enero, cuando se registró un sismo de magnitud 5,1. La mayoría de las réplicas han sido de menor magnitud. Sin embargo, el terremoto percibido hoy de madrugada ha dejado al menos 26 heridos en Melilla, donde se han producido numerosos daños materiales que no revisten gravedad, según ha informado el delegado del gobierno Abdelmalik ElBarkani.

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Localización de los terremotos ocurridos en las últimas horas, según USGS - U.S. Geological Survey.

¿Dónde ha ocurrido el terremoto?

La zona conocida como mar de Alborán es la parte más occidental del Mediterráneo. "Es una zona de límites de las placas de África y Eurasia", explica a Hipertextual la geóloga María José Jurado. La investigadora del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera señala que "la placa africana empuja hacia el noroeste" y que en esa región "hay muchos sistemas de fallas por los que se transmiten esos esfuerzos". El Servicio Geológico de Estados Unidos estimó que este desplazamiento era de 4-10 milímetros por año, razón por la que se originan estos tipos de seísmos.

Como se observa en el siguiente mapa del Instituto Geográfico Nacional, la zona de mayor peligrosidad sísmica en España se localiza precisamente en esta región, próxima al límite entre las placas tectónicas euroasiática y africana. La mayor parte del contorno mediterráneo, además de Pirineos y Galicia, también muestran un "riesgo apreciable" según el IGN. Por estas razones, Jurado destaca que "no les sorprende el terremoto", dado que se da "un perfil sísmico con fallas activas".

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Mapa de peligrosidad sísmica en España, según el Instituto Geográfico Nacional

¿Por qué sucedió el seísmo en Melilla y Andalucía?

El epicentro inicial de los terremotos se localizó en el mar de Alborán, aunque según señala Jurado, las siguientes réplicas se han dado en zonas más próximas a la costa. Estos sismos han podido sentirse principalmente en Melilla y Málaga, ya que "es una gran falla que se mueve en ese punto", comenta la geóloga. El motivo por el que la capital malagueña —y no otras ciudades como Granada— han percibido mayoritariamente el temblor es que "se trata de reajustes del campo de esfuerzos" y "el desplazamiento se ha resuelto hacia esa zona".

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Mapas sísmicos con la magnitud de terremotos percibidos en España, según el Instituto Geográfico Nacional.

¿Cómo se produce un terremoto?

"Imaginemos una sacudida entre bloques de diez kilómetros de profundidad", explica María José Jurado a Hipertextual. Una vez que se da ese terremoto inicial, el terreno "se va relajando", por lo que pueden observarse réplicas de menor magnitud. El seísmo inicial de 5,1, percibido el pasado 21 de enero, precedió a otros terremotos de magnitudes entre 2 y 3. La sacudida hoy percibida, sin embargo, es de magnitud 6,3. ¿Quiere decir que veremos más réplicas en las próximas horas?

Desde las 4:22 horas de la madrugada ha habido más réplicas, asegura Jurado, "aunque la gente no las haya notado". Después del fuerte temblor, "normalmente se va relajando el terreno, aunque no se puede descartar que haya más terremotos que sean percibidos por la población". Para ser capaces de anticipar nuevos seísmos, "tendríamos que tener conocimientos muy precisos y actualmente los únicos datos vienen de los sismómetros", comenta Jurado. En las próximas horas los geólogos seguirán analizando los datos recopilados sobre la sismicidad en esta región.

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Sismicidad de la Península Ibérica y zonas cercanas a una profundidad menor a 10 kilómetros, según el Instituto Geográfico Nacional.
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Sismicidad de la Península Ibérica y zonas cercanas a una profundidad entre 10 y 50 kilómetros, según el Instituto Geográfico Nacional.
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Sismicidad de la Península Ibérica y zonas cercanas a una profundidad mayor a 50 kilómetros, según el Instituto Geográfico Nacional.

Los últimos terremotos del mar de Alborán

Los temblores originados en el mar de Alborán han contado con unas magnitudes máximas de 5,1 y 6,3. El último gran seísmo sentido en España fue el de Lorca, que tuvo lugar en el año 2011 con una magnitud de 5,1. En aquella ocasión fallecieron nueve personas y se dieron daños estructurales graves en un 5% de los edificios y moderados en un 13% de las viviendas. Los dos sismos más importantes registrados en España, sin embargo, ocurrieron en Huelva en 1969 (magnitud 7,8) y 1755 (magnitud 8,5).

Sin embargo, una elevada magnitud no tiene por qué acarrear daños estructurales y humanos, puesto que se debe considerar también la profundidad a la que ocurre el temblor. Por ejemplo, en el caso del seísmo de Dúrcal (Granada) de 1954, la sacudida fue de magnitud 7 a una profundidad de 650 kilómetros. Es decir, los sismos que suceden a menor profundidad suelen ser más destructivos aunque presenten una magnitud más baja. El seísmo de Lorca, por ejemplo, ocurrió a una menor profundidad que los terremotos del mar de Alborán, razón por la que los daños fueran mayores a pesar de tener una magnitud de 5,1 frente a la magnitud de 6,3 registrada hoy.

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Daños ocasionados en Lorca tras el terremoto de 2011. Fuente: Antonio Periago (Wikimedia)

Sin víctimas ni daños materiales

Los servicios de emergencias de Andalucía y Melilla han confirmado que no se han producido daños personales ni materiales de gravedad tras los terremotos acaecidos. En el caso andaluz, la mayor parte de llamadas al 112 han solicitado información acerca de los temblores. La Consejería de Bienestar Social de Melilla, por otro lado, ha abierto una oficina en la C/ Ramírez Arellano para atender a los afectados.

El Instituto Geográfico Nacional recopila en su página web todos los datos sobre los seísmos registrados hasta el momento. La entidad también ofrece la aplicación IGN Sismología Pro para visualizar los terremotos y una guía básica sobre qué hacer durante un temblor. Lo más importante es mantener la calma y situarnos en un lugar seguro, alejado de edificios o, en el caso de que estemos en el interior de una vivienda, permanecer lejos de muebles, ventanas y lámparas. Unos consejos que sirven para reducir los riesgos y garantizar nuestra seguridad ante fenómenos de este tipo.

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