Sony dice que necesitamos música en calidad High-Res, es decir 24bit/96khz o 192khz. Muestras con más datos y tomadas más veces para asemejarse mejor a la señal analógica. Suena muy bien, pero ningún estudio es capaz de asegurar que el oído humano pueda disfrutar de esas maravillosas frecuencias que Sony, Pono y los demás dicen que nos perdemos.
Hi-Res da la bienvenida al vinilo
Aunque no es perjudicial que añada soporte si los productos son buenos. Destaca la presentación de un tocadiscos, al igual que ha hecho Technics con el relanzamiento del SL-1200, demostrando el triunfo y resurgir de los vinilos.
"El PS-HX500 está pensado para amantes de la música," dice Sony y está enfocado a los audiófilos y la gama alta con un diseño muy cuidado desde el nuevo brazo fonocaptor hasta el plato fundido bajo presión y la propia base. El ensamblaje del brazo incorpora un dispositivo antideslizamiento y un sistema de entrada de brazo. Incluye también un cartucho de imán móvil con fuerza de seguimiento y balance fácilmente ajustable.
Tiene un plato fundido bajo presión y está accionado por correa con un motor de dos velocidades e incluye una base acústica de alta densidad de 30 mm, junto a una alfombrilla de goma de 5 mm de nuevo diseño y cuatro pies aislantes. Es el diseño clásico, destinado a los entusiastas.
Lo curioso es que el tocadiscos permitirá convertir el audio del vinilo al formato de audio digital DSD para poder ser escuchados en un ordenador o reproductor Walkman Hi-Res de Sony.
Más auriculares inalámbricos
Sony ha presentado un altavoz inalámbrico de dimensiones reducidas y audio en alta resolución a través de su tecnología de transmisión bluetooth.
También los auriculares h.ear on, auriculares inalámbricos Bluetooth de diadema con reducción de ruido digital y gran batería y los h.ear in, auriculares In-Ear con sujeción detrás del cuello, destinados al deporte.
¿Extrabass?
Sony, cuyos auriculares suelen tener siempre un énfasis en lo cálido del sonido y los graves, ha presentado una gama enfocada a los amantes de los graves. Por un lado abogan por la más pulcra fidelidad del sonido y por la otra crear productos destinados a colorear el sonido. Extraño, pero estas contradicciones siempre han sido propias de marcas tan grandes como Sony.
Son altavoces con looks juveniles, incluso uno de ellos tiene luz de discoteca. Claramente no están destinados a su público audiófilo.