En los últimos años, las redes sociales han adquirido una importancia sin precedentes dentro de nuestra vida diaria; esto se debe, en gran medida, a la movilidad y comodidad que aportan los teléfonos inteligentes y a la destreza digital que cada vez más personas están adquiriendo.
Además de mantener activa nuestra relación con amigos y familiares, las redes sociales han demostrado ser un excelente medio para la movilización de información y contenido de diversa índole. Por ejemplo, muchas personas utilizan las redes sociales para seguir cuentas de noticias y enterarse de lo último que acontece en el mundo; otras suelen realizar compras y adquirir servicios; y algunas más las utilizan para realizar denuncias ciudadanas en contra de situaciones específicas, en cuyo caso el ciudadano deja de tener un papel pasivo y se convierte en el actor principal para compartir la información de primera mano a una audiencia mundial.
Así, la explosión de los medios sociales y el uso significativo de las nuevas tecnologías por parte de las mujeres puede ser una importante oportunidad para comunicar cuestiones relacionadas a los derechos de la mujer y la igualdad de género, tanto para la formulación de nuevas políticas públicas como para atraer la atención de los medios.
Hacia una cultura de la información
El reto consiste en utilizar los medios para combatir la discriminación, promover la lucha contra los estereotipos de género y sensibilizar sobre cuestiones de derechos y no violencia hacia la mujer, tarea que no es nada sencilla. Sin embargo, hoy más que nunca, existen personas que están en condiciones de ejercer su derecho a la libertad de opinión y de expresión sin interferencia y de buscar, recibir y difundir información e ideas gracias a los medios de comunicación social.
Las redes sociales han demostrado ser una herramienta poderosa para movilizar acciones a favor de la lucha por los derechos de las mujeres.
Plataformas como Youtube, Facebook y Twitter han permitido que los activistas de todo el mundo puedan transmitir eventos en línea y en directo a una audiencia global. Así, las cuestiones locales se convierten en preocupaciones globales y los activistas locales se conecten con los ciudadanos de todo el mundo.
El aumento de blogueras y mujeres líderes de opinión en Internet, han ayudado enormemente a atraer a una generación de activistas mucho más jóvenes, quienes representan un público objetivo clave en la lucha contra los estereotipos establecidos para alcanzar la igualdad de género.
Son muchos los casos de éxito en torno a movilizaciones sociales que comienzan como pequeñas denuncias en redes sociales. Incluso, ya existen muchos sitios especializados respecto a este tema, en el que cualquier persona puede participar para sumarse a estos movimientos.
Promoviendo la participación
Para seguir fortaleciendo la participación política en línea de las mujeres, la OECD recomienda tres estrategias efectivas para hacer escuchar la voz de las mujeres.
* Capacitar a las mujeres para utilizar las tecnologías de la información y la comunicación y los medios sociales. Garantizar la igualdad de acceso y uso de las nuevas tecnologías es fundamental para promover la participación efectiva e informada dentro de los medios de comunicación social. Los activistas experimentados también pueden ayudar compartiendo su conocimiento acerca de los medios estratégicos para organizar una campaña en línea (por ejemplo, el uso de hashtags, el monitoreo de impacto, la identificación de los destinatarios y el desarrollo de mensajería) y así optimizar el uso de los medios de comunicación social entre las mujeres.
* Aumentar la capacidad de las mujeres para participar en la toma de decisiones. El aumento del liderazgo femenino en las organizaciones de medios de comunicación y en los procesos de toma de decisiones puede ayudar al éxito de las campañas de promoción en línea centradas en promover los derechos de las mujeres.
* Involucrar a los actores de diferentes sectores, incluidas las redes de mujeres, los medios de información tradicionales y los hombres. Las campañas sociales deben aprovechar y colaborar con los movimientos locales de mujeres con el fin de fortalecer las actividades de promoción. En particular, la vinculación de los medios de comunicación tradicionales con las redes social digitales puede aumentar el impacto de la campaña. Además, involucrar a los hombres y otros socios no tradicionales pueden reforzar las campañas y ayudar a atraer mayor atención tanto a nivel local como global.
La igualdad de género no sólo beneficia a las mujeres, nos beneficia a todos.