Parece mentira pero el invierno ha llegado oficialmente. Las lluvias, las bajas temperaturas, la nieve en muchas zonas de España y el hielo incrementan de forma notable los posibles accidentes o averías que podemos sufrir con nuestro coche. Es muy importante prepararlo para esta época del año ya que es en la que más cuidado debemos tener.
Lo primero que hay que realizar es una simple revisión mecánica para verificar que el líquido anticongelante está en buen estado así como los neumáticos deben contar con una profundidad de dibujo alta y no tener abultamientos o cortes. Hay que recordar que el mínimo legal es de 1.6 mm, pero es recomendable tener al menos 2 mm, y en la medida de lo posible usar neumáticos de invierno, pues tendremos un mejor agarre sobre superficies mojadas y son una alternativa a las cadenas en las zonas con nieve.
En esta revisión es importante revisar que los frenos se encuentren sin mucho desgaste y las escobillas de los limpiaparabrisas no han perdido propiedades. Este elemento suele ser el gran olvidado y nos acordamos de que teníamos que haberlos cambiado cuando ya es tarde, es decir, cuando la visibilidad es mala, cuando al accionarlos dejan líneas de agua o directamente no limpian algunas zonas de la luna. Nuestra recomendación es cambiarlos cada año de cara al invierno para asegurarnos una buena respuesta.
El invierno se caracteriza por menos luz y por salir de casa para ir a trabajar y luego volver de noche. El elemento más importante es la iluminación, sobre todo con lluvia, por lo que tendremos que revisar que todas las luces funcionen y además que estén correctamente niveladas. Recuerda que es tan importante ver como ser visto pero evitando deslumbramientos. En este punto mi recomendación es llevar un juego de luces de repuesto de buena calidad, si vuestro coche equipa faros xenon o LED no tendréis que preocuparos de las bombillas pero si de los sistemas de limpieza de faros para evitar concentraciones de nieve o suciedad en los mismos.
Además de una correcta puesta a punto del vehículo no está de más incluir una serie de sencillos y económicos accesorios para pasar el invierno con garantías. Entre los elementos extras que os recomiendo llevar en vuestros coches se encuentran:
* Un rascador de cristales. Muy práctico si se aparca el coche en la calle. Protege las escobillas del limpiaparabrisas y nos facilita la labor de eliminar el hielo o la escarcha de los cristales.
* Si vivís en zonas con posibilidad de nieve es fundamental que tengáis cadenas aunque como dijimos antes, recomendamos la opción de los neumáticos de invierno puesto que las cadenas pueden deformar el neumático sobre el que se monten, y causan daño al asfalto.
* Guantes para protegernos del frío en caso de tener que usar el rascador de cristales, colocar las cadenas o revisar algún tipo de daños en el coche.
* Si eres friolero, una manta térmica para que en caso de que tengas que parar el motor y no te funcione la calefacción del coche puedas mantener la temperatura corporal.
* Limpiar el coche al menos una vez por semana, puesto que la sal esparcida en nuestras carreteras puede oxidar los bajos de nuestro vehículo.
A la hora de conducir en invierno, ya sea con lluvia, nieve o frío, es muy importante prestar mucha atención a la carretera, a lo que hacen los demás vehículos y evitar conducir de una forma agresiva. Una placa de hielo puede sacarte de la carretera, una línea de delimitación del carril mojada puede hacer que tu coche patine y la lluvia intensa reducirá mucho la visibilidad y formará charcos de agua en la carretera. Estas condiciones no son muy raras, son habituales en casi todas las ciudades y por ello es fundamental practicar una conducción segura: aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad y conducir sin brusquedades. Estos tres consejos muy sencillos de aplicar te ayudarán a conducir algo más relajado cuando esté lloviendo mucho o nevando.