La mayoría de la gente utiliza internet para usos diversos y de todo tipo, pero desde el auge de las plataformas de streaming -y no solo de vídeo- hay una buena parte del ancho de banda de la red que se ha monopolizado por estos sistemas de entretenimiento en tiempo real. Es complicado examinar la magnitud de lo que supone en streaming en números si tenemos en cuenta que ya supone en 70% del total de ancho de banda en la red. Y eso es mucho tráfico.

En tan solo 5 años, la parte que representa el streaming respecto al ancho de banda del total agregado de la red ha subido de un 35% a un 70%, del cual cerca del 37% y 18% lo representan los dos actores principales del vídeo en la red: Netflix y YouTube, que ya ocupan más del 50% del total agregado.

Además, si tenemos en cuenta el auge de servicios relativamente nuevos como los de Amazon, u otros más veteranos pero más minoritarios en volumen como Hulu, estos ya representan por sí solos el 6% del total agregado de red destinado el consumo de vídeo.

Es muy complicado adivinar cuál es el total de transferencia de datos sumados todos los servicios, pero lo cierto es que en reparto de cuotas por red, Netflix es el absoluto rey del streaming y, por extensión, del consumo de datos en la red. Además, aunque en menor medida, redes sociales como Facebook y Snapchat ya representan una porción interesante dentro del mercado de streaming de la red en lo que a vídeo se refiere. Y lo más interesante es que esto acaba de empezar. Normal que las operadoras están temblando con muchas de las compañías over-the-top.