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Elon Musk ha cambiado sus previsiones para la llegada de la conducción autónoma, bajando de tres a dos años en los que será un estándar dentro de la industria (sí, industria y no mercado), de forma que se convertirá en una de las piezas fundamentales en un momento en el que los eléctricos están poco a poco en boca de toda la opinión pública y cuya combinación con el vehículo autónomo puede ser el punto de partida para el futuro de la conducción doméstica.

De esta forma, Elon Musk declaró que en cuatro años tendremos autonomía completa de nivel 4, es decir, aquella que se define como la de un vehículo diseñado para llevar a cabo todas las funciones de conducción de seguridad crítica y monitorear las condiciones viales para todo un viaje. Una cosa que Elon Musk recalca es que disponible no quiere decir comercializable, pues la llegada al mercado de esta tecnología depende de las regulaciones.

Una vez disponible la tecnología, las regulaciones podrían suponer entre 1 o 5 años en función del país y de la jurisdicción en material vial y de seguridad, pero apunta a que igual que sucedió con el sistema de piloto automático del Tesla, la compañía espera poder actualizar sus vehículos de forma automática una vez la tecnología esté lista y sea totalmente funcional y legal.