Durante muchos más años de la cuenta, en España no tuvimos una televisión digital terrestre de manera popularizada. Es cierto que desde mayo de 2000 Quiero TV ya emitía los canales convencionales de la época con las ventajas que otorgaba el nuevo formato, pero no fue hasta 2005 cuando el Gobierno de Zapatero impulsó de manera pública esta tecnología que ya estaba usando Digital+ en su plataforma cerrada. La ventaja de usar la señal digital era enorme, en calidad y posibilidades, como por ejemplo la guía de programación digital (EPG), pero obligó a la población a comprar decodificadores para acceder a ella, hasta que se popularizaron los nuevos televisores que ya los llevaban integrados.
Gracias a una campaña de publicidad grande, las casas se llenaron de decodificadores, siendo por ejemplo un regalo típico en navidad, hasta que entre marzo y abril de 2010 se produjo el apagón analógico, es decir, todas las emisiones pasaron a encontrarse de manera exclusiva en la plataforma digital. Ahora, cuando nos acercamos al sexto año, es interesante hablar del futuro de la TDT. Y con futuro no nos referimos a la alta definición, que requirió también de nuevos decodificadores, sino a la DVB-T2 y a las **emisiones en 4K**.
El futuro del TDT: DVB-T2
DVB-T2 es una evolución del estándar que ha estado en el mercado desde 1997. Sus principal ventaja será un gran incremento del ancho de banda, en concreto de un 30%, con un pico teórico de 40 Mbps, lo que permitiría ampliar el número de canales en SD (definición estándar) y el número de canales en alta definición, o simplemente ofrecer canales con una auténtica alta definición y un bitrate adecuado, ya que en el momento actual, las emisiones no alcanzan ni la calidad de un DVD en ese sentido, y sí, estamos en 2015.
El nuevo estándar mejora la eficiencia energética y lo positivo es que no se requieren instalaciones de antena adicionales. ¿Lo negativo? Sí, la adquisición de nuevos decodificadores será necesaria. La buena noticia es que la mayoría de televisores nuevos soportan DVB-T2, pero es pertinente hacer una búsqueda en la hoja de especificaciones para ver si está presente. La mala noticia es que sobre DVB-T2 en España sólo hay pruebas y nada oficial sobre despliegue próximo, por lo que nos queda un buen tiempo con la calidad atual.
UHD y 4K
Pensar ahora mismo en emisiones en 4K en la TDT pública es una utopía, teniendo en cuenta que las emisiones actuales se quedan en HD estándar (que no Full HD) de pena, que no llega ni a calidad media ni de DVDs. Pero el próximo Mundial de Fútbol en en 2018, y ya sabemos cómo afectan estos eventos a la calidad de las emisiones. Los principales grupos privados y públicos ampliarán su despliegue publicitario, y es probable que llegue algún canal en pruebas.
El futuro no está nada claro aquí, pero algo sí: necesitaremos nuevos decodificadores.
En primer lugar se necesitará que los televisores sean compatibles con HEVC / H.265, un nuevo formato que permite una compresión muy superior al H.264 que actualmente está en uso. Se aplica una compresión del doble sin perder calidad, a la vez que se mejora el procesado y la detección de movimiento. A día de hoy, sólo televisores de gama media-alta integran decodificadores que soporten este formato, y aunque es de sobra compatible con DVB-T2 por el ancho de banda que hemos comentado antes, no está claro que ambos estándares lleguen de la mano y no se utilice en su lugar una tecnología superior.
El mensaje actual es ese: si quieres estar preparado para el ahora mismo teórico 4K en TDT debes adquirir un decofificador con soporte a ambos estándares, pero no confíes mucho en que para 2020 vayan a usarse ambos. Sigue sin haber mucha prisa para dar el salto, salvo que ya dispongas de fuentes 4K como Netflix.