A diario nos desplazamos en medios de transporte de diversa índole para acudir al trabajo, volver a casa o llegar a un determinado lugar del globo terráqueo. En ellos, tendemos a escoger de forma "aleatoria" el asiento a ocupar, siendo una decisión, por lo general, de baja importancia. Pero la elección del lugar en el que nos sentamos puede ser más influyente de lo que muchos imaginan. De hecho, puede marcar las diferencias entre sobrevivir o no a un determinado accidente. Por ello, en Hipertextual hemos decidido contarles cuáles son los asientos más seguros en cada uno de los principales medios de transporte de la actualidad.
Aviones
Los accidentes aéreos son, indudablemente, **los más trascendentales y devastadores (aunque los menos frecuentes** Un fallo en pleno vuelo implica, de forma inevitable, la muerte de varios centenares de personas. No obstante, diversos estudios sobre accidentes aéreos reflejan la posibilidad de reducir la probabilidad de muerte mediante una correcta elección de asiento dentro de la aeronave.
Según un estudio realizado por la Universidad de Greenwich, el porcentaje de muertos asociado a cada asiento de un avión oscila, de media, entre el 28% y el 44%. Aquellos situados en los asientos centrales de las filas traseras (próximas a la cola del avión) son los que menor porcentaje de muertos reflejan, con un 28%. En el lado opuesto, aquellos pasajeros que escogen los asientos de pasillo de las filas centrales (alas) son los que mayor tasa de mortalidad muestran, con un 48%.
Autobuses
En el caso de los autobuses, la probabilidad de supervivencia depende en gran medida del tipo de impacto recibido (frontal, lateral, diagonal, etc.). No obstante, las estadísticas muestran, como tendencia general, que los asientos más seguros son los situados en las filas centrales del autobús. Y más concretamente, aquellos situados en la zona interior del autobús (los de pasillo).
Esta deducción es, en realidad, la más lógica y sensata, pues son los puntos más alejados de las principales zonas de impacto.
Trenes
Los accidentes ferroviarios se encuentran entre los menos probables. Pero, a pesar de ello, también es posible minimizar daños escogiendo correctamente el asiento y el coche en el que realizamos el trayecto.
Los accidentes ferroviarios se basan en dos componentes: descarrilamientos e impactos. En el caso de los impactos, los coches más seguros son todos los situados por detrás del segundo coche. En el caso de los descarrilamientos, los coches más seguros son los situados en la posición n+1, siendo “n” el coche situado en el punto medio del tren.
Dentro de cada coche, los asientos más seguros son los de pasillo, alejados de las paredes del tren y, por lo tanto, más lejos de las zonas de impacto.
Automóviles
En un automóvil, los pasajeros más expuestos son los situados en la zona delantera, pues la mayoría de impactos tienen una trayectoria frontal y diagonal. Tras ellos, los pasajeros más expuestos son los situados en las puertas traseras, quedando, por lo tanto, el asiento trasero central como el más seguro de un automóvil. En este caso se minimizan daños tanto para impactos frontales como laterales dada su lejanía a todos los puntos de choque.