Daniel Pavez es un ingeniero mecánico industrial chileno que acaba de presentar la segunda versión de su visión del coche eléctrico, un vehículo biplaza enfocado a la ciudad y que aspira a resolver el problema de la contaminación, el tráfico y el desplazamiento al ser ligero, pequeño y muy eficiente.
Su nombre comercial es Soki y Pavez lo define como el primer coche eléctrico de Chile al haber sido desarrollado íntegramente por empresas chilenas gracias al apoyo de la Corporación de Chile al desarrollo de la producción, una organización que promueve el crecimiento económico.
Según el propio Pavez, Soki comenzó como un proyecto personal pero acabó convirtiéndose en todo un desafía técnico al desarrollar un modo de transporte que ofrece la misma seguridad y comodidad que un coche convencional pero con la agilidad de una motocicleta y la eficacia de una bicicleta. Todo esto con un coste contenido en el tope de 12.000 dólares.
En las próximas semanas, Pavez y su equipo visitarán una docena de ciudades chilenas para promover su invento.
Su autonomía es de 60 kilómetros, una cantidad suficiente para cumplir con creces con su propósito de transporte eminentemente urbano, y se necesitan unas tres horas para poder cargarlo al completo en una toma convencional. Con respecto a la primera versión que presentaron hace unos meses, Soki es un 20% más ligero pese a ser un poco más grande, pero su verdadero cambio radica en la seguridad, y es que afirman que no dista de un coche.
La ficha técnica de Soki es muy discreta y confirma que no sirve más allá que para desplazamientos urbanos no muy exigentes debido a una potencia de 7 kW, unos 10 caballos, un peso de 400 kilogramos y una batería que como mucho aguantará 5.000 ciclos de carga.
En mi opinión, este tipo de soluciones no suelen salir de la fase de prototipo, en la que se encuentra Soki, el primer coche eléctrico desarrollado en Chile, porque queremos coches normales. La estética de los primeros coches eléctricos supuso un handicap muy grande para los fabricantes pioneros en la materia y han ido puliéndolo para tratar de acercarse al concepto de vehículo que todos tenemos en la cabeza.
¿Tendrá éxito? Solo el tiempo lo dirá, pero lo va a tener muy complicado.