El año próximo, **un nuevo grupo de 67 emojis verá la luz del día, o mejor dicho, la luz de la pantalla de nuestros smartphones**. Por esta razón, se ha generado un poco de atención mediática en torno a la manera en la que los emojis llegan a la vida.
En caso de que no lo supieras (supongo que es posible), **los emojis son los ideogramas usados en la comunicación en la web y mensajes electrónicos para acompañar o reemplazar el texto con representaciones gráficas.** La organización encargada de regular cuáles de estos símbolos son incluidos como estándar es **el Consorcio Unicode,** quienes tienen a cargo la importante labor de estandarizar la forma en que los signos de puntuación y los caracteres idiomáticos son representados por diferentes sistemas de computación. Es decir: a ellos les debemos el que podamos leer texto en japonés o en árabe en nuestros dispositivos, o tan sencillamente, que podamos usar la eñe sin problemas. A pesar de ello, este poder parece resultar poco sexy, y la razón por la cual el Consorcio Unicode suele ser traído a colación en Internet es sencillamente **por su poder de crear nuevos emojis.**
En la lista que espera aprobación para incluirse durante el próximo año están: una mujer embarazada, una escopeta, unas tiras de tocino, un tiburón, un payaso y una cara babeando. Incluso antes de la discusión, **ya se han levantado controversias por la potencial inclusión de la escopeta**, que vendría dentro de un grupo aumentado de iconos deportivos.

El Consorcio Unicode **incluye entre sus directivos a ejecutivos de Apple, Google, Facebook y otras grandes empresas de tecnología,** que se reúnen cada trimestre para tomar decisiones. El origen del Consorcio tuvo lugar a finales de los años 80, a raíz de los reiterados problemas de comunicación entre diferentes computadoras a raíz de que usaban diferentes códigos para representar las mismas letras. Con la finalidad de resolver ese problema, **Unicode asigna a cada letra, número, símbolo y signo de puntuación (incluyendo los emojis) un número específico que será reconocido por cualquier computadora en el mundo.**
Emojis e inclusión
En 2014, una petición llamada «**Diversify my emoji**» recolectó miles de firmas solicitando **aumentar la diversidad de los emojis**, solicitud que se vio relativamente satisfecha recientemente: ésta es la razón por la cual ahora, al presionar un emoji que represente a una persona, se despliegan seis colores: además del amarillo clásico, dos tonos de piel blanca y tres de piel más oscura (colores definidos en base a la escala Fitzpatrick, usada por dermatólogos para clasificar tonos de piel). Aunado a esto, **se incluyeron 32 banderas nuevas y nuevos emojis de familias, incluyendo parejas del mismo sexo**.
En el proceso de decidir cuáles emojis serán añadidos al estándar, **el Consorcio toma en consideración una serie de factores, incluyendo frecuencia de uso, compatibilidad y «completitud»** (por ejemplo, al comienzo estaba incluida una iglesia cristiana, y por esta razón posteriormente se incluyó una mezquita, una sinagoga y una capilla genérica).
**Los emojis no son un idioma**, según el cofundador y presidente del Consorcio Unicode, Mark Davis, quien [**ha señalado**](http://www.nytimes.com/2015/10/21/technology/how-emojis-find-their-way-to-phones.html?_r=1) que intentar expresar ideas medianamente complejas a través de emojis arroja una serie de símbolos que podrían ser interpretados de miles de maneras distintas. Sin embargo, **se han convertido en un mecanismo común de expresión, tal como los GIFs forman un porcentaje importante de nuestras conversaciones en Internet**. Todos tenemos algún símbolo que sentimos que nos falta en nuestros emojis. El de Davis, al menos, me hace sentir acompañada y esperanzada de que en algún momento lo incluyan: el emoji de «eyeroll» (dar vuelta a los ojos). Ah, **ése no se iría nunca de mi bandeja de «recientemente usados»**.