Aunque comenzó a construirse en 2011, China ha recordado a bombo y platillo la finalización del gigantesco radiotelescopio FAST para 2016. "El más grande y potente de su clase" dicen. Y no sin razón. Pero en esto de la astronomía la cuestión no es tan sencilla como un asunto del tamaño. Hace falta entender la situación y las razones para construir un radiotelescopio de semejante tamaño.
El "más grande del mundo"
Decir que el radiotelescopio FAST es el más grande del mundo es falso. El Five hundred meter Aperture Spherical Telescope, o FAST, sí será el radiotelescopio fijo más grande de su generación. Una enorme antena de 500 metros de diámetro con 4600 paneles individuales y móviles sobre su eje. Gracias a estos, el radiotelescopio FAST tendrá un 40% de cobertura celeste, más que sus semejantes, como el conocido (y más grande hasta el momento) telescopio de Arecibo. Este, por ejemplo, solo cubre un 20% y tiene un diámetro de 300 metros. El radiotelescopio FAST se está construyendo en Pintang, Guizhou, una zona apartada y apenas poblada de China donde poseen un cielo de excepcional limpieza.
El enorme telescopio está preparado para analizar puntos fijos del universo en una búsqueda extremadamente precisa de emisiones de radio. De hecho, es el doble de sensible que el radiotelescopio de Arecibo. El coste de este coloso alcanza los 110 millones de dólares y, según explicaban sus directores, la motivación principal para su construcción está en el origen de los datos. Los responsables de la agencia de investigación espacial del país han repetido en numerosas ocasiones la necesidad de obtener sus propios datos ya que utilizar datos de terceros, provenientes de otros países, no aportaba los resultados esperados.
El radiotelescopio FAST, una herramienta más
Sobre esta cuestión respondía para Hipertextual Luis Velilla Prieto, investigador perteneciente al grupo de Astrofísica Molecular del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC). "*En mi opinión, China es una potencia económica mundial. Al final los consorcios y países también quieren competir por tener el mejor observatorio del mundo y hacer el mejor descubrimiento científico de toda la historia de la humanidad*". Al existir pocas antenas de este tipo, parece una opción natural para el país asiático apostar por este tipo de tecnología.
Porque el radiotelescopio FAST no es el único ni el mejor. Decir esto es como decir que una llave inglesa es mejor que un destornillador para arreglar un coche. Son herramientas distintas y ambas igualmente necesarias en el momento adecuado. Luis trabaja investigando las propiedades físico-químicas del medio interestelar y circunestelar. Para ello emplea datos obtenidos de las antenas de todo el mundo. Uno de los mejores ejemplos son los datos de ALMA, el enorme Un interferómetro detecta las interferencias en los patrones de luz que llegan desde el espacio
interferómetro situado en el desierto de Atacama, en Chile. Este coloso cuenta con 66 antenas de entre 7 y 12 metros de envergadura.
La diferencia entre ambos instrumentos, es mucha y compleja. La primera de ellas, como decíamos, es que ALMA es un conjunto de antenas móviles, conocido como interferómetro y que tiene como finalidad detectar las interferencias en los patrones de luz que nos llegan. Otra diferencia, explica Luis, está en su sensibilidad: "haciendo una aproximación muy grosera, para una antena única o un interferómetro, la sensibilidad depende de la superficie total que recoge radiación, por lo que FAST ganaría en sensibilidad. Aunque he de apuntar que la sensibilidad de ALMA es bastante buena".
Sin embargo, resalta, ALMA gana en resolución angular por la gran distancia que puede llegar a haber entre antenas. Mientras que las antenas únicas como FAST están muy limitadas en resolución angular ya que para aumentar en resolución angular, una antena única necesita ser enorme. 500 metros puede parecer una distancia enorme (y lo es), pero no puede competir con la movilidad de las 66 antenas que pueden separarse entre sí hasta 16 kilómetros. "Imagina nuestro Sistema Solar muy lejos de nosotros. Con mala resolución angular no podrías distinguir si hay planetas o no". Necesitamos esa amplitud para observar con detenimiento. Por otro lado, también es distinto el rango de frecuencias que observan. Mientras que ALMA va de 84 a 950 GHz e FAST buscará en el cielo señales de entre 70 MHz y 3 GHz.
Trabajando con un telescopio gigante
Pero, ¿para qué sirve un enorme radiotelescopio cómo el FAST? ¿O ALMA? Aunque concretamente funcionan de manera distinta, Luis nos ha explicado en líneas generales su utilización: "un radio telescopio de semejante tamaño permite observar señales del Universo a frecuencias bajas (o longitudes de onda largas, una es inversa de la otra) con una sensibilidad increíble". Y eso es importante porque permite detectar señales muy débiles. Cómo las que emiten las galaxias extremadamente lejanas, o los púlsares. Incluso permite detectar moléculas que en otros rangos de frecuencia son indetectables. Como curiosidad, señalaba el investigador, en la página web oficial de FAST también mencionan la búsqueda de señales extraterrestres. "Pero eso es ya mucho especular. Una cosa es buscar, otra encontrar".
El trabajo de Luis en el grupo de investigación de Astrofísica Molecular se centra en una de las etapas finales de las estrellas similares al Sol, la fase llamada "rama asintótica de las gigantes". "*Vamos, la que experimentará el Sol dentro de unos cuantos miles de millones de años. Estamos consiguiendo ver las zonas más cercanas a la superficie de una estrella AGB que se encuentra a unos 400 o 500 años luz, donde se forman polvo y moléculas que más tarde se incorporan al medio interestelar y sirven de base para la formación de nuevas estrellas y sistemas planetarios*". nos contaba.
Es la gran resolución angular de ALMA la que permite observar regiones y objetos del Universo con mucho más detalle. El radiotelescopio FAST, a su vez, permitirá observar con muchísimo detenimiento y detalle ciertas regiones, consiguiendo encontrar moléculas particulares y elementos de otra manera indetectables. En definitiva, y como decíamos, esta no es una cuestión de competición entre el FAST, ALMA o cualquier otro telescopio del mundo. Por grande o pequeño que sea. Desde el telescopio clásico de lentes más modesto hasta el interferómetro más sofisticado, todas y cada una de las herramientas de las que disponemos juegan un papel importante en la búsqueda de los secretos del universo. Y es que, en Astronomía, más grande no significa mejor.