Con más de medio mundo sumido en una profunda crisis financiera desde 2008 fruto y en origen, en términos muy simplificados, por la quiebra Lehman Brothers se dio paso a una nueva generación de países con economías emergentes. 2012 fue el año por excelencia de un nuevo club de geografías que, hasta ese momento, habían pasado desapercibidas, al menos, en términos financieros. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, conocidos como BRICS, han visto cómo sus resultados pasaban de un disimulado puesto a ser admiradas por el mundo, independientemente de los regímenes políticos, muchas veces lejos de las lógicas democráticas, que gobernasen en dichos países.
Los BRICS controlan casi la mitad de la población de Internet del mundo
Con el paso de los años, y habiendo pasado lo peor de la crisis, ahora mismo estos países están adaptándose a la nueva situación empresarial del mundo. La cuestión del emprendimiento también ha calado, y mucho, en la rápida evolución de estas economías emergentes siendo en estos momentos referencia en algunos sectores tecnológicos, y dejando de lado el tradicional puesto de proveedores de manufacturas y servicios, en el caso de China e India, y de generadores de materias primas si hablamos de Brasil y Rusia.
No hay que dejar de lado el hecho de que estos países, de forma conjunta, disponen del 40% del total de la población mundial y la quinta parte del PIB, lo que en usuarios y clientes se traduce en que ellos solos controlan a la mitad del censo de usuarios activos de Internet. Y eso supone muchas oportunidades. Cuestión que en términos globales significa que muchas startups, y multinacionales, surgen al amparo de estas economías, y otras tantas surgidas fuera de su protección, quieren entrar a controlar una porción de esos potentes mercados.
Brasil, del éxito al fracaso financiero pero con muchos emprendedores
El "Milagro Brasileño" lo han llamado muchos. De cómo una economía pasó de la nada más absoluta a competir con los más grandes, para luego volver a pasar en estos momentos por un proceso de recesión y de grandes titulares sobre escándalos de corrupción. Sin embargo, la salud de su industria tecnológica sigue estando de lo más lozana. El país de los carnavales no es muy dado a la publicación de datos estadísticos sobre su situación empresarial, pero según datos de Techcrunch la inversión ha crecido más de un 800% desde 2010, lo que suponen más de 600 millones invertidos en este sector, incrementado posiblemente por la quinta posición que tiene Brasil en el ranking mundial de usuarios activos en Internet.
Para Brasil, el Fintech es el sector a explotar
Con una especial atracción por el Fintech, sector que está dando mucho de que hablar en todas las geografías con tendencia emprendedora, Brasil ha contado con numerosas rondas de financiación para empresas de este sector, posiblemente alentadas por los escándalos de una de sus entidades financieras más internacionales: Banco Itau. BankFacil, una startup de préstamos, ha estado financiada por EVentures Redpoint, o Contabilizei con KaszeK Ventures. Además de las startups de ciberseguridad e e-commerce.
Una muy silenciosa Rusia
De Rusia poco o nada se dice más allá de las polémicas fruto de la elección de un presidente, Vladimir Putin, que opina que Internet es un proyecto de la CIA, las limitación de los derechos humanos en el país y su lucha con Estados Unidos. Sin embargo, y tras el caos institucional que reina en el país más grande del mundo, ha empujado a muchos emprendedores a crear su propias redes y fabricar un tejido empresarial desde cero, y entre ellos, las startups.
La falta de competencia dentro de Rusia ofrece muchas oportunidades al sector de los emprendedores
El rechazo a los cánones establecidos por el mundo capitalista, Estados Unidos en particular, por parte de las instituciones rusas puede ser precisamente lo que ha marcado la pauta creciente a este sector. A nivel municipal y federal se apoya el desarrollo empresarial de la generación joven en modelos de negocio basados en el comercio electrónico, pagos en línea, redes sociales y medios digitales, queriendo huir en gran medida de la importación de proyectos "americanos". Los jóvenes rusos cuentan, además, con una ventaja comparativa que sus otros compañeros de los BRICS no tienen. Existe muy poca competencia dentro de su propio país. La gran economía, la escala geográfica y baja densidad de población son caldo de cultivo para un entorno competitivo muy prometedor.
Pese a ello, son más los emprendedores rusos que conocemos fuera del país que los que han triunfado dentro del mismo, como puede ser el caso de Pavel Durov, cofundador y ex director ejecutivo de la mayor red social rusa VK.com y Telegram, que terminó siendo "despedido" de su primera empresa por sus ideas disruptivas. Porque aunque las intenciones de generar un buen ambiente para emprender en Rusia, esto no deja de ser ciertamente artificial. Puesto que uno de las cuestiones inherentes a ser un emprendedor pasa por el inconformismo, la evolución y la visión global, cosa que no encaja demasiado con las tendencias de Moscú.
La India, el no tan lejano oriente
La India quiere ponerse en el mapa de los países tecnológicos de referencia. Tanto es así que buscan basar el 25% del PIB de su economía en 2022 en este sector, subiendo del 21% actual. Por otro lado, India no ha contado con una industria manufacturera al nivel de China, de la cual absorbía la mayor parte de los productos generados; su objetivo es ampliar esa base tecnológica con una industria a la altura.
Si bien es un mercado en pleno crecimiento y con ganas de batirse a sus competidores asiáticos, y con una serie de mercados en auge: infraestructuras, tecnología y construcción principalmente, tiene una serie de inconvenientes que afectan a las características de su emprendimiento. Es un sistema profundamente burocrático que entra en conflicto con las necesidades de alta movilidad y rapidez para la adaptación en las que una startup debe desarrollarse, además de la tendencia al regateo que aplican también en los sistemas de negociación.
Pese a esto, existen muchas multinacionales que han visto en el país indio una oportunidad para emprender. Entre ellas Qualcomm Ventures, que acaba de anunciar que invertirá 150 millones para promocionar startups en el país. El cual tiene una tendencia bastante creciente a la hora de crear grandes competidores nacionales a partir de los gigantes extranjeros. Véase el caso de Olacabs con su servicio de transporte similar al de Uber, el cual también ha entrado en el país pero con menos éxito que el local. O Flipkart, contra el que nada o poco puede hacer Amazon.
China, el complicado país objetivo de muchos
Dos conceptos básicos definen al sistema emprendedor chino: el auge de la tendencia de la economía colaborativa y una especial afición por el sector de los transportes.
La caída de la economía ha supuesto que se favorezca a las startups consolidadas antes que a las nuevas
Muchas veces se ha comentado y hablado sobre la dificultad de emprender en el país del sol naciente, pero ha sido desde un punto de vista de startups que querían entrar a formar parte de la estructura financiera del país: Uber, Facebook, Twitter, Google o Airbnb. A los cuales no les ha quedado más remedio que, o dejar de lado su intención de entrada, o hacerse con un socio local para poder acomodarse a las políticas del país.
Sin embargo, para un país de 1.357 millones de habitantes, el emprendimiento podría ser un recurso más que necesario para poder cubrir la alta demanda de puestos de trabajo. Las últimas noticias financieras que han puesto en entredicho la potencia de la economía china, también han puesto de manifiesto un descenso en las cifras de inversión a startups. De hecho,la financiación de venture capital para las empresas de Internet se ha reducido un 50% en el segundo trimestre de este año, hasta los 3.700 millones, según datos de Chinaventure.cn. Lo que indicaría una nueva fase de madurez del mercado chino, con el crecimiento de grandes startups gemelas a las del extranjero, como Didi Kuadi, Baidu, Xiaozhu, Lashou.com o UCWeb, en detrimento de las nuevas startups.
La sorpresa de Sudáfrica
En las encuestas de muchos sobre los países con espíritu emprendedor, pocos elegirían a Sudáfrica. Sin embargo, es el país de uno de los emprendedores más famosos, a la par que excéntrico, de nuestros días; el CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk, tiene precisamente su lugar de origen en este país.
La cables submarinos de telecomunicaciones supusieron el punto de arranque para la creación de startups
Además, África es un continente de contrastes, en donde en los últimos años se ha experimentado uno de los renacimientos tecnológicos más importantes bajo la promesa de Silicon Sabana. Muchos han sido los proyectos que han intentado llevar a un nuevo nivel el ecosistema emprendedor del sur del continente africano.
En 2009, Vinny Lingham y Justin Stanford crearon la red de negocios de Silicon Cabo a que esperaban recibir a no más de 100 personas en su inauguración; el primer día asistieron más de 1.000 y hoy cuentan con más de 6.000 socios. Alentados a crear compañías basadas en Internet, coincidiendo en ese mismo año con la caída del precio del ancho de banda fruto de la instalación de nuevos cables submarinos de telecomunicaciones frente a la costa de Sudáfrica.
Pese a esto, la mayor parte de las startups están enfocadas al segmento de los negocios y de la educación, más que a las aplicaciones nativas del sector mobile, y con una gran tendencia a la autofinanciación en épocas tempranas de la startup, consecuencia directa de la "juventud" de los estamentos de financiación que se registran en el país. El cual aún necesita explorar ciertos niveles de su ambiente emprendedor.