Una de las supuestas ventajas que tiene la fotografía digital es la de poder realizar tantas imágenes como queramos sin la preocupación de tener un carrete de disparos limitados. Sin embargo, a la hora de introducir la tarjeta SD nos encontramos con cientos de archivos que deben ser organizados si no queremos convertir nuestra galería en un completo caos, ¿cómo hacerlo?
Cada fotógrafo tiene diferentes formas, pero al final lo más importante es que encontremos el método de clasificación que se ajuste a nuestras necesidades. Es decir, aficionado a la fotografía de viajes puede que no necesite la misma organización que alguien dedicado a imágenes de moda. Quizá, al primero le baste con una simple categorización por lugares, mientras que el segundo podría necesitar filtros más concretos, como por ejemplo, en función de la iluminación empleada.
Existen diferentes programas para organizar nuestra biblioteca fotográfica, e incluso hay quienes optar por hacerlo con el propio explorador del sistema, pero particularmente suelo emplear Lightroom como software para esta labor. Así, el programa de Adobe posee algunas herramientas que nos facilitan enormemente el trabajo de organizar grandes cantidades de imágenes. Algunas más conocidas, otras menos, pero todas ellas útiles si no queremos dejar la ropa encima de la silla cada vez que buscamos una nueva prenda en el armario.
Organización de carpetas
Antes de empezar a hablar sobre Lightroom, ¿dónde y cómo guardamos las fotografías? Mi opción es la de tener una carpeta de imágenes en donde almaceno cada sesión del siguiente modo: Año-mes-día “descripción”. Posteriormente, esa carpeta de imágenes es la que se sincronizará en Lightroom con todas y cada una de las que se incluyen en su interior. Prefiero eso a que el programa se inicie cada vez que inserte una tarjeta SD y me obligue a exportarlas desde ahí.
Cambiar nombre de fotografías
Tras exportar todas las imágenes de una sesión de fotos, lo ideal sería que modificásemos su nombre de serie por otro más descriptivo. ¿En qué nos puede ayudar? pues imaginad que en algún momento deseamos buscar las imágenes en nuestro sistema operativo, una tarea bastante complicada si el nombre es algo como _DSC0923. Parece una tontería, pero es más útil de lo que puede parecer.
Para ello, solo tenemos que situarnos en el módulo de biblioteca, seleccionar aquellas imágenes que deseamos cambiar y presionar F2 o ir a Biblioteca – cambiar nombre de fotografía.
Formas de filtrar
Organizar la biblioteca fotográfica, al fin y al cabo, se trata de filtrar nuestras imágenes utilizando diferentes criterios para ello. En Lightroom tenemos diferentes herramientas para ello, cuyas funciones no son otras que las de distinguir y poner un poco de orden ante tanta anarquía:
- Indicación: con ella podemos seleccionar o rechazar rápidamente las imágenes que deseamos. Es muy útil para, de un primer vistazo, descartar aquellas instantáneas que no deseamos tener en nuestro catálogo. Así, podemos ir desplazándonos con las flechas y seleccionando las válidas con la letra P o rechazándolas con la X.
- Etiquetas de color: personalmente, es el que me parece más útil. Podemos utilizar los colores con el significado que nos plazca, lo cual resulta muy adecuado si queremos establecer un patrón de búsqueda basado en una característica concreta. Por ejemplo, alguna vez he empleado el amarillo para fotos que no me terminaban de convencer y el verde para aquellas que consideraba más dignas. Todo depende de nosotros.
- Clasificación: este filtro también se puede emplear para lo mismo comenté en el apartado anterior, solo que en esta ocasión son estrellas en lugar de colores. Cuestión de gustos.
- Palabras clave: con las formas de filtrar mencionadas anteriormente ya suele ser suficiente para la gran mayoría, pero hay quienes pueden necesitar algo más específico. Aquí es donde entran en juego las palabras claves, las cuales son útiles para etiquetar nuestra imagen con una palabra concreta y filtrarla con respecto a otras. Es un trabajo algo arduo y demasiado mecánico, pero al terminar nos aseguramos de tener los mejores y más concretos filtros posibles.
Una herramienta útil para hacer todo esto rápida es la del bote de pintura (o spray), el cual podemos cargarlo con los ajustes que deseemos y copiarlos en la foto que deseemos con un solo click.
Colección inteligente
Las colecciones de Lightroom son muy adecuadas para organizar la biblioteca fotográfica, pero las colecciones inteligentes creo que son una opción mucho mejor. A grandes rasgos, se trata de una galería en donde sólo se mostrarán las imágenes que tengan unas características determinadas, aquellas que nosotros escojamos. Imaginad que, por ejemplo, queremos todas las fotos en la que aparezca la palabra clave “mesa” y que además tenga la etiqueta “verde”. Asimismo, en esa colección se van añadiendo todas las futuras instantáneas que posean dichas cualidades de un modo automático.