Bien, lo han conseguido Ryan Murphy y Brad Falchuk, estoy enganchada. Las locuras que suceden en el Hotel Cortez me han llevado a esa zona que tanto me gusta de American Horror Story: la del desagrado en la boca, las ganas de cerrar los ojos y no dejar de mirar (todo al mismo tiempo), la del morbo sangriento.
Y es que en este segundo capítulo de la quinta temporada las cosas comienzan a enredarse, ¿a quién no le gusta que esto suceda en una serie? Si bien del primer capítulo dije que parecía un largo video de Lady Gaga, la esencia de AHS comienza a carcomer en esta segunda entrega.
Evan Peters hace un papel extraordinario
Tenía unas ganas enormes de conocer el personaje de Evan Peters por los rumores sobre él antes del estreno de la temporada. Ha valido la pena la espera, James March, el dueño original y constructor del siniestro hotel es un personaje tremendo, sangriento, sin gota de empatía, psicópata.
Una macabra situación comenzamos a vislumbrar, vivos y muertos conviven en el hotel, y uno se frota las manos de emoción y locura. Otra cosa que pudimos conocer en este segundo capítulo titulado 'Chutes and Ladders' es a qué se deben los 10 mandamientos puestos en los títulos, el mismo John Lowe (Wes Bentley) el que devela el hilo conductor de estas historias. Macabro, macabro... y prometedor.
Si hay algo que me gusta mucho de American Horror Story en general es que en sus diversas etapas recuerda a muchas historias pero no es igual a ellas. En este caso recuerda a 'The Shining', con 'Sweeney Todd' a veces gótica pero art déco, y así una mezcla única y muy disfrutable. De pronto la pequeña Scarlett Lowe usa un celular, así como el nuevo amante de 'La Condesa' y nos recuerda que la época de la historia es actual, casi como si estuviéramos perdidos en el hotel demasiado tiempo... y apenas va el segundo capítulo.
Hablando de este nuevo amante, los triángulos amorosos ya son lo suficiente dramáticos por sí solos y si agregamos un triángulo de vampiros, pues los dientes se nos afilan. Veamos qué más se deriva de Donovan, interpretado por Matt Bomer, ahora que ha sido desplazado, (nada bueno para nuestra fortuna).
Y bien, creo que la serie nos ha regalado un segundo capítulo que invita a seguir buscando los siguientes. No es solo por sí mismo y sí por las anteriores temporadas (incluso con sus altibajos) pues nos han impactado, nos han arrastrado a un nuevo horror, a una televisión única construida por sus creadores y nos han regalado una gran franquicia.
A pesar de lo bien que le va a Lady Gaga su personaje o la serie en general le va a ella; a veces me dan ganas de ver que se abren esas bonitas puertas de algún salón del hotel y ver a Jessica Lange con su tremendo porte, sí, aún la extraño y la echo de menos.
Por último, un par de recomendaciones: