Momentum Dynamics es una compañía especializada en el desarrollo de soluciones de recarga inalámbrica para coches, un campo en el que los últimos días estoy poniendo énfasis por opinar que es la revolución que necesita el sector del automóvil eléctrico junto a una renovación de las baterías.

En la actualidad, los sistemas de recarga inalámbrica presentados tienen un problema en común: el tiempo de recarga, que es muy alto incluso en comparación con la recarga en un enchufe tradicional. Si ahora mismo recargar, por ejemplo, un Nissan Leaf puede suponer hasta 8 o 10 horas en una toma corriente, si fuera inalámbrica el tiempo sería muy superior por la pérdida de energía en el proceso.

La más que segura llegada de baterías con capacidades superiores tiene que obligar a desarrollar sistemas de recarga inalámbrica para coches más eficientes y rápidos, y esa es la opinión de Andrew Daga, CEO de Momentum Dynamics, que ve en la recarga inalámbrica el futuro de los coches eléctricos.

En 5 años la movilidad eléctrica habrá sufrido su primera gran evolución.

El impacto de la recarga inalámbrica en la evolución del coche eléctrico es vital por la comodidad que supone poder llegar a tu plaza de garaje, aparcar, y que de forma inalámbrica se cargue. A nadie le gusta conectar su coche al enchufe, es engorroso, mancha, ocupa un espacio importante en el maletero...

La recarga inalámbrica además permitirá realizar recargas parciales con mayor frecuencia debido, precisamente, a la comodidad de su uso, no cuesta trabajo situar el coche encima de la plataforma de recarga e irte al trabajo, a hacer la compra, al colegio a buscar a los niños...

Daga afirma que es un mercado muy importante para ellos y está muy seguro que en 5 años veremos cargadores inalámbricos con una capacidad de 25 kW como un estándar, como lo habitual, lo que permitirá recargar mucho más rápido los coches eléctricos y además sin molestias.

Las ventas de coches eléctricos no paran de crecer, a un ritmo sostenido, en tres grandes regiones: China, América del Norte y en los países del oeste de Europa. Con estas tres grandes regiones como locomotoras de la movilidad eléctrica, es cuestión de tiempo que aquellos países que no están viendo la importancia de apostar firmemente por esta tecnología acaben adoptándola, aunque sea tarde.