En Alemania, los activistas de derechos digitales y blogueros Markus Beckedahl y Andre Meister se encuentran bajo una investigación criminal por traición, acusados de haber filtrado documentos detallando los planes del gobierno alemán de expandir su programa de vigilancia de Internet. **Beckedahl y Meister son escritores del sitio web investigativo Netzpolitik.org, que reporta desde 2004 principalmente sobre temas relacionados con derechos digitales, privacidad y vigilancia. Beckedahl es también director fundador de la popular conferencia re:publica, celebrada anualmente en Berlín, cuyo tema es la intersección entre cultura y derechos digitales.

La investigación dio inicio luego de que el servicio de inteligencia alemán denunciara que Netzpolitik.org habría revelado partes de documentos calificados como confidenciales, en los cuales se trataba sobre la creación de una nueva unidad dentro de los servicios de inteligencia dedicada a la vigilancia masiva de Internet y al análisis de perfiles de redes sociales para la "detección de extremistas".

Iniciamente, la investigación iba dirigida sólo a las fuentes anónimas de Netzpolitik, pero durante las últimas semanas, la organización ha estado bajo una gran presión para revelar la identidad de sus fuentes. A pesar de la investigación, no han sido presentados cargos criminales formalmente.

Beckedal calificó la acusación de "absurda", señalando que la publicación de los documentos había tenido por finalidad impulsar un debate nacional con respecto a la ampliación de la vigilancia en Internet. El delito de "alta traición", según lo establecido en el Código Penal alemán, abarca la difusión pública de secretos de Estado con la finalidad de perjudicar a Alemania o beneficiar a otro país**. La sentencia por traición en Alemania es de uno a cinco años en prisión; la última vez que un periodista alemán fue acusado criminalmente de traición fue en 1962.

netzpolitik
"Landesverrat" (en alemán "alta traición") ha sido el hashtag utilizado en las protestas online y offline. Por sebaso, bajo licencia CC BY SA 2.0.

Netzpolitik ha publicado un comunicado en su sitio web donde dejan claro que consideran la investigación como un ataque a la libertad de prensa:

> Desde el principio, los cargos contra nuestras presuntas fuentes estuvieron motivados políticamente y dirigidos a aplastar el debate público necesario con respecto a la vigilancia en internet luego de Snowden. Los denunciantes en interés público necesitan protección, no acusaciones de "traición.". Investigar al aclamado medio de comunicación Netzpolitik.org con cargos de complicidad por traición es un ataque directo a la libertad de prensa, lo que pensamos había quedado prohibido por la sentencia de la Corte Constitucional en el caso Cicero en 2007.

Si bien el Fiscal General anunció que la investigación contra Netzpolitik ha sido pausada temporalmente, los activistas de derechos digitales y periodistas de todo el mundo consideran esto insuficiente y manifiestan que la investigación debe darse por terminada. Jacob Appelbaum, investigador independiente de seguridad informática conocido por su afiliación con el **Proyecto Tor y con Wikileaks. y Marie Gutbut, periodista y activista en temas de privacidad, han emitido un comunicado, actualmente abierto a firmas, que reza lo siguiente:

> La investigación en contra de Netzpolitik.org y su fuente por traición es un ataque a la libertad de la prensa. Acusaciones de traición a la patria hechas contra periodistas quienes están realizando su labor esencial es una violación del quinto artículo de la Constitución alemana. Exigimos que se detenga la investigación en contra de Netzpolitik.org y su fuente desconocida.

La investigación ha llevado a una ola de indignación en las redes sociales, donde el hashtag #Landesverrat ("traición a la patria" en alemán) se convirtió rápidamente en trending topic. Debido a las protestas y a las acusaciones de los líderes de varios partidos políticos alemanes, el fiscal general Harald Range fue destituido hace algunos días de su cargo, y ahora la presión continúa por la renuncia de Hans-Georg Maasen, director de la agencia alemana de inteligencia BfV.**