Cuando las ciudades de los países desarrollados construyen carriles bici en las carreteras, suele interpretarse como un beneficio a costa de un prejuicio al tráfico. No tiene porque ser así.
En Nueva York por ejemplo, los carriles bici han ayudado a reducir el tiempo de los trayectos en coche mientras se anima a los ciudadanos a adoptar medios de transporte más saludables y beneficiosos para la ciudad y el medioambiente.
Esto es posible, paradójicamente, debido a la reducción de los carriles para vehículos en las carreteras.
En este interesante vídeo enlazado por Vox, Jeff Speck y Spencer Boomhower muestran cuatro diseños de carretera que han ido popularizándose en los últimos años. Aunque son diferentes diseños, todos comparten la misma premisa: al eliminar vías de circulación se libera espacio para crear carriles bici mientras se reducen las tasas de accidentes de tráfico. Reduciendo el ancho del carril de 12 pies (3,65m) a 10 pies (3,05m) hace que los conductores reduzcan su velocidad, disminuyendo los accidentes que involucran a conductores, ciclistas y andantes.
Aunque pareciera que estas medidas podrían causar congestiones en el trafico e hicieran que conducir fuese más difícil, en muchos casos, puede hacerse sin que se incremente el tiempo de trayecto, incluso hay casos en los que se ha reducido. Todo esto unido a la menor tasa de accidentes y ofrecer alternativas al coche gracias a los carriles bici.
Una de las razones es que carreteras con tramos a alta velocidad con múltiples paradas en semáforos no reducen el tiempo de trayecto mucho tiempo, sólo hacen las carreteras más peligrosas. Además, si los carriles son usados por menos de 20.000 coches al día no se necesita. generalmente, un segundo carril para mantener un tráfico fluido. Casi todas las carreteras sometidas a esta "dieta" de tamaño de carril o número de carriles tenían un tráfico bastante inferior a la cifra.
Aunque se reduzca el espacio, los diseños lo usan de una forma más eficiente. En el segundo caso, aunque se elimine un carril por dirección, se introduce un carril dedicado a girar a la izquierda para los coches rodando en cualquier sentido.
De esta forma, cuando un vehículo vaya a girar, tomará el carril central primero y no obstaculizará al resto de coches que siguen recto su trayecto. Es el motivo por el cual, en la ciudad de Nueva York, se han reducido los tiempos de trayecto y disminuido los accidentes con ciclistas involucrados.