**La serie antológica American Horror Story le ha regalado ya cuatro temporadas de disfrute a los aficionados al género de terror; y a los que no le hacemos ascos a este género y sencillamente buscamos buen cine, nos ha brindado alguna gran temporada y un nuevo esplendor para esa actriz magnífica que siempre ha sido Jessica Lange, el alma indiscutible de la serie. Pero hace un tiempo supimos que había decidido no actuar en la quinta temporada, que se estrenará el próximo 7 de octubre, porque “termina siendo demasiado tiempo al año estando comprometida con algo”, seis meses, según cuenta, y con cuatro años ha tenido suficiente. Así que, sin ella, ¿se habrá quedado huérfana la serie?, ¿merecerá la pena ver las nuevas temporadas?
Una irregular antología del horror con momentos brillantes
Por si hay quien lo desconoce todavía, esta serie creada por Ryan Murphy y Brad Falchuk* (Nip/Tuck*, 2003-2010) cuenta una historia distinta e independiente en cada temporada, repitiendo gran parte del reparto: Evan Peters, Sarah Paulson, Denis O’Hare, Frances Conroy y Lily Rabe han aparecido en las cuatro temporadas anteriores y lo harán en la quinta. Los personajes a los que interpretan propician o se afrontan una extravagante mezcla de elementos terroríficos que ya hemos catado de forma individual en otras ficciones, pero revitalizados por ella, por el logrado ambiente opresivo, siniestro y vagamente surrealista, por una narración que salta en el tiempo, tensa de un modo permanente, y unos diálogos de enfrentamiento bien escritos, bien interpretados y muy de agradecer.
Pero en American Horror Story no siempre se desata la violencia por causas sobrenaturales o cualquier otro motivo clásico del género de terror, sino también por conflictos de intereses más conocidos y terrenales y las ansias de venganza de unos personajes llevados a situaciones psíquicas extremas; o no, que de pura y simple crueldad y desconsideración también se vive y se muere.
La primera temporada, “Murder House”, dejó claro el estilo excesivo, descarado, implacable y perverso de la serie con los hechos ocurridos en una casa encantada de Los Ángeles, y dejó buen sabor de boca, sin maravillar. **La segunda temporada, “Asylum”, ambientada en un manicomio para criminales dementes de Massachusetts, fue de una calidad asombrosa, con la mezcla de tramas mejor hilada hasta el momento, los personajes mejor construidos y la mayor muestra de respeto por ellos y su suerte, episodios soberbios como las dos partes de ‘I Am Anne Frank’ y un ser de ficción inolvidable: Jude Martin, la enérgica monja de pasado oscuro a la que da vida la misma Jessica Lange, en el papel más agradecido y con más agallas y matices de los que le ha dado la serie.
La tercera temporada, “Coven”, centrada en un aquelarre de Nueva Orleans, no sólo supuso un bajón esperable respecto a los logros de la precedente, sino que, además, por la absurda pretensión manifiesta de darle un tono más ligero, se empequeñece en mayor medida: la mencionada tensión permanente era un valor en las dos primeras temporadas; e incluso la interpretación más destacable no es la de Lange, sino la de mi querida Frances Conroy como la flemática Myrtle Snow, objeto, no obstante, de algunos de los momentos más vergonzosos de este ciclo. La cuarta temporada, “Freak Show”, sobre un espectáculo de fenómenos que llega a Jupiter (Florida), recuperó el buen tono pero no voló demasiado alto**, y resulta de lo más curioso que su mejor episodio con gran diferencia, ‘Orphans’, sea aquel focalizado en un personaje que ya había aparecido en “Asylum”.
La nueva temporada, “Hotel”, nos presentará una trama sobrenatural que tendrá como escenario el hollywoodiense Hotel Cortez, y en ella participarán, aparte de los mencionados, Kathy Bates y Angela Bassett, en su tercer papel consecutivo para ambas, Chloë Sevigny, a la que no veíamos aquí desde “Asylum”, Wes Bentley, Michael Chiklis, Finn Wittrock y Grace Gummer, que repiten tras “Freak Show”, y en fin, Stefani Germanotta, más conocida como Lady Gaga, entre otros. Creo que gran parte de este reparto merece que confiemos en su buen hacer y que, pensando en los buenos tiempos de “Asylum” y lo que en ella consiguió el equipo de la serie, tengamos a bien sentarnos a ver esta quinta temporada.
Aunque sea inevitable echar de menos a Jessica Lange… La cual, casi se me olvida comentarlo, ha declarado a *The Wrap* que, si Ryan Murhpy va y le dice que si le gustaría interpretar a un pequeño personaje durante un par de episodios, le respondería que sí en caso de que le guste el papel. No me cabe duda de que Lange sería una huésped majestuosa para el Hotel Cortez.