Nielsen Music ha presentado esta semana su informe relativo al consumo de música en la primera mitad del año de 2015 en los Estados Unidos de América, indicando un crecimiento general en el consumo que realizamos de música de un 14% con respecto al mismo periodo en 2014.
¿Qué está propiciando ese crecimiento? Sin duda alguna las plataformas de _streaming_ musicales. Su uso ha crecido un 92.4% año a año, con más de 135.000 millones de canciones escuchadas a través de _streaming_. Las ventas de música en formato digital, pese al auge del _streaming_ crecen un 23%.
Pero hay un protagonista más, un viejo conocido para muchos: el vinilo. Nielsen Music informa que sus ventas siguen aumentando a un ritmo asombroso con 38% de crecimiento con respecto a la primera mitad del 2014. El 9% de todas las ventas de música en formato físico son gracias a un formato que tiene más de 100 años.
Liderando las ventas encontramos, curiosamente, a artistas inmensamente populares cuyos trabajos no necesitan un soporte analógico como hace años. Taylor Swift y su álbum '1989' ha vendido 33.500 LP en los Estados Unidos. La artista ha cobrado una tasa de popularidad altísima tras su carta dirigida a Apple y su repercusión tras el cambio de estrategia de Cue y su equipo. Artic Monkeys o el vanagloriado e inmortal 'Kind of Blues' de Miles Davis acompañan a la estrella del pop estadounidense.
En 2009 se batió el record de ventas de los vinilos, pese a que su uso en exclusiva se diese hace décadas. Desde el año del récord a los últimos datos en 2015, el vinilo ha duplicado sus ventas con más de 5.6 millones de LP vendidos en los Estados Unidos. Es tal su popularidad que los grandes artistas invierten grandes sumas de dinero a la hora de masterizar su trabajo en este formato.
Desmitificada la supuesta mejora cualitativa del vinilo frente al CD, hay varias cuestiones que invitan a los consumidores a preferir este medio al CD. Por una parte la pérdida de sensación existente de poseer la música propiciada por la era digital, iTunes y los servicios en streaming, mueve a muchos melómanos a disfrutar de algo que les gusta en un formato más atractivo, nostálgico y, en la mayoría de ocasiones, más cuidado. El ritmo de vida actual que invita a escuchar la música como actividad secundaria, invita a muchos amantes a comprar en vinilo para volver a los orígenes de la música, el ritual de la selección de álbum y escucha ininterrumpida y secuencial de un trabajo completo.
Mientras el vinilo gana adeptos entre las personas que nunca pudieron disfrutar de él en sus orígenes, el CD continúa perdiendo ventas año tras año.