Desde que el mercado de smartphones vivió una disrupción como no se conocía hasta el momento, las economías que importan a largo plazo son las que se encuentran subdesarrolladas o en vías de desarrollo, pues mercados maduros como el europeo, norteamericano o japonés ya no permiten a las marcas expandirse mucho más. Como sabemos, desde 2011 China es el mercado mundial más grande de smartphones, algo lógico si tenemos en cuenta el número potencial de usuarios y el incremento del nivel de vida que ha vivido la población. Sin embargo, según podemos ver en [IDC], los contratos con operadoras se han contraído (un 4%) durante el primer trimestre de 2015 por primera vez en 6 años. También hay que tener en cuenta que, coyunturalmente también han caído las exportaciones y las importaciones.
Pese a lo que indican las cifras, aún hay mucho espacio para el crecimiento de ventas en el país asiático
La explicación de la cifra de contratos, además de en los datos macroeconómicos, parece encontrarse detrás del 90% de penetración que el smartphone tiene ya en la China urbana (sobre un 45-50% del total). Es decir, que a diferencia de períodos pasados, la gran mayoría de clientes, en el momento de adquirir un terminal, lo hará para sustituir al actual, pero no será el primero. Que a partir de ahora casi todas las ventas provengan de reemplazos hará que, como hemos visto ya, el ritmo de crecimiento se reduzca mucho, o incluso se mantenga plano en el país asiático. En ese contexto, es sorprendente cómo marcas como Apple, Xiaomi o Huawei siguen creciendo, mientras big players como Lenovo o Samsung se desploman en ventas. Mi compañero Félix ya analizó el crecimiento y las claves de Xiaomi en China, y parece que seguirán creciendo a un ritmo fuerte. Huawei ha apostado por marcas como Honor, más económicos y cercanos al público joven.
Se puede decir que el mercado de está polarizando mucho hacia la gama alta y hacia la baja, y los que se quedan en la media están sufriendo las consecuencias. Samsung por ejemplo, es un rival débil en la gama baja, hasta ahora no tenía una buena media y en la alta se está encontrando con el empuje del iPhone 6 y del iPhone 6 Plus, asociados con lo premium y aspiracional, frente a productos peor vistos de potencias rivales de la región. Ello ha hecho que, por primera vez, Apple sea el líder del mercado chino, y venda allí más que en Estados Unidos. Con el Galaxy S6 llega una buena apuesta de Samsung para volver a crecer, si lo enfocamos desde el cliente que pasa de la gama baja a la superior.
Sin embargo, hablamos de cifras que, como apuntaba, pertenecen a la China urbana. En la rural los datos de penetración y ventas son muy inferiores, por lo que hay muchísimo espacio para crecer, sabiendo que son zonas que no acceden aún a redes de alta velocidad de las operadoras móviles, y cuyos habitantes poseen aún con niveles de renta muy inferiores frente a las zonas urbanas. Cuando hablo de mucho espacio, hablo aproximadamente de un 50% de la población china.
Otro reto de las empresas chinas y occidentales, como ya se mostró con el lanzamiento del Xiaomi Mi4i, sería la conquista del mercado indio (23% de penetración total de smartphones), que, frente al chino, es considerado uno de los que será mobile-only, es decir, cuyo público, cuando tenga poder adquisitivo, comprará un smartphone antes que cualquier otro dispositivo con el que conectarse a Internet. El problema para estás economías y sus limitadas redes, es que el smartphone cada vez es más dependiente de servicios conectados, y como decía, no tienen todavía buena disponibilidad de 3G o 4G.