En un pequeño evento realizado en la ciudad condal, Hisense, aprovechando el gran premio de la formula 1 de Montmeló y su patrocinio del equipo Redbull Racing, presento su nueva gama de televisores 4K 3.0. Lo interesante, más allá de los nuevos televisores que analizaremos más adelante, es su presentación como marca, los desafíos que conlleva entrar en occidente y su estrategia.
¿Quién es Hisense?
Un poco de contexto primero. Hisense es una multinacional de electrónica dedicada a la electrónica de consumo, telecomunicaciones, electrodomésticos, tecnología de la información y bienes inmuebles.
Es una compañía con experiencia pese a lo que podamos pensar. Nacida en 1969 como una pequeña fábrica de radios en China, se ha llegado a convertir en la actualidad en una multinacional de 75.000 empleados repartidos por todo el mundo, con productos vendidos en más de 130 países, 15 fábricas en China, 4 en Sudáfrica, Argelia y Egipto, una producción anual de 12.3 millones de televisores, 10 millones de frigoríficos, 9.3 millones de aparatos de aire acondicionado e, incluso, 6.6 millones de dispositivos móviles (smartphones y tablets Android). Su facturación asciende a los 16.000 millones de dólares en 2014.
En China llevan más de una década siendo el mayor fabricante en cuota de mercado de televisores de pantalla plana. Según los datos del último año facilitados por Hisense son además la segunda marca líder en frigoríficos y la cuarta en aire acondicionado. Hisense no es una marca nueva o desconocida, es un líder con gran tradición. Pero en occidente las cosas cambian: un mercado nuevo, de difícil penetración y con varias exigencias que abordar para triunfar.
Dándose a conocer
Hisense no se define como un fabricante chino de televisores baratos. Ellos se definen como una empresa líder de electrónica con precios competitivos, no quieren que se les asocie a la idea que tenemos en occidente de que los productos diseñados en China solo se venden porque el precio es tan barato que su deficit cualitativo queda en segundo plano.
La estrategia que intentar abordar estas marcas de gran éxito que desembarcan en occidente es aliarse con marcas de prestigio y reconocimiento. La clave está en los equipos líderes del deporte. Por eso Hisense hizo hincapié en el gran logro que supone para ellos que se asocie su calidad al rendimiento de los equipos de élite que patrocinan como el de fútbol FC Schalke 04 y el de Formula 1 Infiniti Red Bull Racing.
Es una buena idea, se crea la asociación de marca líder al unirse a equipos de alto nivel. La marca comienza a sonar y se empieza a conocer, que es lo más difícil en un mercado tan longevo y desarrollado como el de los televisores.
El problema es que además del marketing y la labor de difusión de tu producto y estrategia, has de, simultáneamente, desarrollar tu producto para satisfacer las necesidades del nuevo mercado. Los consumidores en europa y Estados Unidos tienen diferentes requisitos y gustos a la hora de comprar un televisor, es más, dependiendo del país una marca puede tener mayor o menor éxito por X circunstancia.
Los nuevos televisores 4K 3.0 de Hisense
Además de conocer mejor a la marca Hisense, pude ver con mis propios ojos los nuevos televisores y juzgar con las nuevas propuestas de marcas mucho más conocidas en occidente. Sobre el papel es lo esperado: televisores de resolución UHD, con los modelos de alta gama diferenciados en capacidades técnicas y la curvatura de su panel.
El primer problema que encuentro es la falta de encontrar un factor diferencial con respecto a los otros fabricantes. Un problema si Hisense quiere ser fabricante reconocido por su calidad a un precio competitivo y no a un bajo precio. Pero no es un problema grave si llega a ofrecer las mismas capacidades que el resto de televisores a un mejor precio. Algo que es lo que quieren conseguir.
Todos los televisores 4K 3.0 cuentan con los siguientes pilares:
Resolución UHD
Soporte para el codec de vídeo HEVC (h.265)
Tecnología Smooth Motion Rate (propia de Hisense)
Todas las entradas de vídeo son compatible con resolución UHD a 60 frames por segundo. Incluso la entrada de antena de televisión.
Al menos un HDMI 2.0 y un USB 3.0
Procesador Quad Core.
La implementación de estos conceptos es buena, pero lejos de las grandes marcas de la industria. Esto son primeras impresiones, ya que no es un entorno controlado y cada fabricante usa un vídeo como demo para demostrar de lo que son capaces sus televisores. La versión 3.0 de Hisense está más cerca de los primeros televisores 4K que de los televisores que hemos visto en 2015 de los grandes fabricantes. Es decir, no podemos aplicar el famoso eslogan de este 2015: "No es incluir más pixeles, sino mejores".
La versión 3.0 de televisores 4K Hisense se asemeja más a lo presentado por otros fabricantes en 2014 que en 2015
Y es que la imagen parecía estar en su segundo plano, como si los televisores no se empleasen para ver películas. Vi que faltaban una gran cantidad de avances presentados por la alianza UHD en Hisense. Tener una gran resolución ya no es un factor de excelencia en el mercado de los LCD. Al final es el precio el mayor argumento a la hora de adquirir uno de ellos junto a su garantía de 5 años (algo que han querido ofrecer como promesa al cliente de la calidad de sus televisores).
Pero ya no son sólo los fabricantes Chinos los que pueden ofrecer calidad a un precio competitivo, hay fabricantes de LCD muy grandes que tienen precios igual o más bajos televisores UHD con mejor soporte en cuanto a sistema operativo smart, diseño y entradas. Sería osado e injusto que me atreviese a valorar su calidad de imagen, ya que sin comparar con el mismo vídeo y condiciones no se puede llegar a una buena conclusión. Pero lo que rodea al panel, que es justo lo que con más énfasis anunciaron, no me sorprendió.
La resolución 4K, aunque falte contenido todavía, no crea ningún compromiso por lo que siempre es algo a tener en cuenta. Pero a estas alturas hay que valorar muchas más cosas que la etiqueta con el logo "4K" en el televisor. Un buen sistema operativo en smart TV, un buen diseño, un buen mando y, sobre todo, que tenga una calidad de imagen excepcional.
A 3 metros tal vez no diferencies una imagen 4K de una 1080p, pero te aseguro que diferenciarás un panel con un mal contraste, una mala reproducción de color o una escena oscura grisácea.
Esta es la familia 4K 3.0:
Serie K321: panel UHD plano, SMR de 800hz. Con soporte VP9. 40" (699€), 50" (899€) y 55" (1.199€). Disponible a partir de julio.
Serie K681: igual que la serie K321, pero disponible en 55" y con un SMR de 1000hz (1299€). Disponible a partir de mayo.
Serie K720: panel curvo UHD en 55" (1499€) y en 65" (2299€). SMR de 800hz. Con soporte VP9. Disponible a partir de julio.
Serie XT810: igual que la serie K720 pero con un SMR de 1200hz y 55" (1499€). Disponible a partir de mayo.
Es atractivo el precio de las series con pantallas de grandes dimensiones, donde el 4K cobra sentido y donde el precio, en Hisense, no se dispara. El contraste y el procesado de la imagen parecía y bueno. Junto a su integración con Netflix pueden ser una buena alternativa para tener un televisor 4K de grandes dimensiones a un precio competitivo. No obstante hace falta avanzar mucho más para que sean la elección predilecta de los aficionados a la calidad de imagen.