La automatización de los coches acarrea ventajas muy obvias en materia de seguridad, no me refiero al coche autónomo sino a un programador de velocidad inteligente, un detector de fatiga, la alerta en el cambio involuntario de carril, etcétera. Lux Research ha realizado un informe para decirnos que este mercado será muy importante en los próximos años gracias al auge de coches más modernos y tecnológicos y en parte por el coche autónomo.
Lux Research predice que los sistemas de asistencia al conductor avanzados generarán un mercado de 102 mil millones de dólares para el año 2030, una cantidad muy alta cuyo objetivo es transmitir que será muy importante para los fabricantes. Lux diferencia varios tipos de asistencia a la conducción, una básica, la avanzada, la que está enfocada a la conectividad y aplicaciones y por último el coche 100% autónomo.
La primera categoría engloba sistemas simples como el aparcamiento asistido, que si bien ahora son novedad, en 15 años será, probablemente, parte del equipamiento de serie en casi todos los modelos. Los avanzados son tecnologías como el control de velocidad adaptativo o el mantenimiento en el carril. Para la categoría de conectividad y aplicaciones Lux opina que tendrán mucho peso los sistemas que mejoren la experiencia del conductor así como aumentar la seguridad de la conducción sin que tenga que hacerse cargo del volante. Por último, el vehículo autónomo, el coche que conduce solo.
El concepto de robot-chófer no está tan lejos como parece.
Ahora mismo estamos inmersos en esa primera fase de tecnificación básica y ya vemos que el coche haga algunas funciones solo con buenos ojos, como un elemento de distinción, de lujo incluso. La tecnología es entendida por el conductor y tan solo es cuestión de tiempo que se abarate para poder integrarla en la gama media y baja de los vehículos, los que conocemos como modelos de acceso, los que democratizan la tecnología.
Lux avisa que 2030 es incluso pronto para la autonomía plena del automóvil por la falta de prototipos pero sobre todo por la posible ausencia de una legislación que regule la conducción autónoma. La tecnología estará ahí pero quizá 2030 no implique que de ese mercado de más de 100 mil millones de dólares, la conducción autónoma tendrá mucho peso. Según Lux tendremos que esperar aún algunos años para que el coche autónomo reine en las ciudades.
Y es que los coches autónomos son probablemente el mayor potencial mercado de la robótica de consumo que existe en la actualidad. Esto convierte al sector en uno muy interesante donde los fabricantes están gastando mucho dinero en el desarrollo de sensores muy sofisticados, pequeños y baratos para poder ser integrados en coches asequibles.