El pesquero Oleg Naydenov ha culminado su vida, llena de polémica, con un último gesto protagonista: ardiendo y hundiéndose con unos 1.400 toneladas de crudo combustible en sus tanques. Este barco, que según Greenpeace ha sido denunciado en numerosas ocasiones por sus hábitos de pesca ilegal y pirateo, comenzó a arder el sábado pasado y fue remolcado 20 millas de la costa para evitar posibles explosiones y daños mayores. El problema que puede causar el crudo y los restos del barco puede ser grave sin ser, eso sí, un desastre ecológico de enormes proporciones tal como ha ocurrido en otras ocasiones. Eso sí, su situación es terriblemente desafortunada por el lugar dónde se encuentra.
A 2.400 metros bajo el mar
Según informan las autoridades, el Oleg Naydenov ha terminado por hundirse, finalmente, a unas 15 millas (unos 24 km) al sur de de la emblemática punta de Maspalomas y a poco más de cuarenta del parque Natural de Jandía. Los restos del barco, según la sonda, se habrían hundido a unos 2.400 metros, una distancia considerable pero que hace dificilísimo cualquier tipo de trabajo submarino, si es que este es posible. El Oleg Naydenov se ha hundido en la zona batial (o batipelágica) que es un ecosistema duro para las especies que lo habitan, además de encontrarse en una zona de paso de cetáceos, lo que podría convertir su hundimiento en un potencial desastre. El barco "solo" contenía, como mucho, 1.400 toneladas de combustible, que es la capacidad máxima para este tipo de barcos. Teniendo en cuenta El buque Miguel de Cervantes está listo para tratar cualquier posible escape y contaminación
el que se ha podido consumir en el incendio, la cantidad podría ser menor.
Sin embargo, aunque no es un desastre como lo podría ser el de un carguero de crudo, no deja de ser un fuerte impacto para la ecología del lugar. En primer lugar, como comentábamos, porque en caso de un escape sería muy difícil tratarlo. En segundo, porque la zona batial es un ecosistema de organismos muy especializados y, por tanto, muy sensibles a los impactos ecológicos. Por último, aunque no sabemos cómo puede afectar esto directamente, al ser una zona de paso de cetáceos, el hundimiento del Oleg Naydenov podría afectar muy negativamente a estos animales. En definitiva, aunque no es un desastre ecológico de la categoría del "Prestige" potencial, la caída el Oleg Naydenov podría a suponer un duro golpe para la naturaleza que reside bajo el mar de las Palmas y Fuerteventura. No obstante, el buque de recogida "Miguel de Cervantes" está ya preparado para retirar cualquier escape, reduciendo al mínimo el impacto ecológico.
Oleg Naydenov, ¿un barco pirata?
La pesca ilegal sigue siendo hoy día uno de los principales problemas ecológicos con los que contamos. Con unas reservas pesqueras que descienden en picado, estamos, literalmente, acabando con la vida en el mar a un ritmo mucho más rápido del que podemos prever. La comunidad científica, de hecho, ya está en alerta roja. Sin embargo, según denuncian varios colectivos, como Greenpeace, son barcos como el Oleg Naydenov los que desatienden con más vehemencia a los avisos de los expertos. Según varias fuentes, el Oleg Naydenov es un conocido barco pirata cuya licencia de pesca podría haber sido revocada en 2012. Otra de las acusaciones contra el Oleg Naydenov es la de pescar, repetidamente, en bancos prohibidos de Senegal. Esto habría provocado tensiones entre este país y Rusia, quien trata con mano izquierda al arrastrero.
Los bancos de peces no autorizados para pesca suelen ser zonas de cría y puntos de renovación de la vida marina. Por ello mismo suelen ser frecuentes los ataques ilegales a estos con la intención de obtener una gran cantidad de pescado. Pero lo cierto es que el Oleg Naydenov, junto con otros barcos, ayuda a superar el lote asignado a Rusia, cosa denunciada en varias ocasiones por la Comisión Europea. Los países que se exceden en su pesca suelen pagar la multa y hacer oídos sordos a los trabajos de buques como el Oleg Naydenov ya que la exportación y venta pesquera sale mucho más rentable. Lo que existe debajo del mar suele ser víctima de nuestras peores artes. El problema es que, cómo no lo vemos no nos percatamos del daño y su potencial resultado. Así que ahí tenemos al Oleg Naydenov, en el fondo del mar. Un final terrible tras una vida no menos desagradable.
Actualización: las medidas declaradas en un primer momento no corresponden con la tara real del barco, el cual es bastante más grande. Efectivamente, la cantidad de fuel-oil es de 1.400 millones de litros, aproximadamente un 18,5% del peso total de una nave de este tipo.