Aunque en ocasiones se intenten separar, los conceptos de fotografía y cine están estrechamente vinculados. De hecho, a grosso modo, podemos decir que lo que vemos en la gran pantalla son imágenes, las cuales, reproducidas de un modo continúo, nos otorgan una sensación de movimiento. Pues bien, Gregory Crewdson hará justo lo contrario, reducirá los 24 fotogramas por segundo en una sola instantánea, reuniendo en ésta las características propias del séptimo arte.
El estadounidense no considera a la fotografía como algo fugaz e instantáneo (como puede ser Cartier Bresson), sino como algo capaz de configurar todo un escenario ideal, donde tenga cabida aquella imagen ya creada en su mente. Algo que sin ninguna duda conseguirá.
Así, en la mayoría de ocasiones, el artista norteamericano no es el encargado de apretar el botón y capturar la toma. De hecho, sus funciones encajan más en la de un productor o director que en la de un fotógrafo. Gregory Crewdson suele ser la persona responsable de idear la imagen y de organizar al equipo para que todo se desarrolle de forma adecuada.
Las fuentes de inspiración
Existen múltiples entrevistas, reportajes o documentales que se encargan de recoger cómo Gregory Crewdson actúa a la hora de tomar una fotografía. El documental Gregory Crewdson: Brief Encounters o el reportaje de Reserve Channel son únicamente algunos de los recursos que pueden servir como documentación para comprender su peculiar modo de trabajar.
No obstante, su estilo estará influenciado por diversas figuras. Quizá, como el propio autor cuenta en Reserve Channel, la principal de todas ellas sea la figura de su padre, el cual trabajaba como psicoanalista en la misma casa donde vivía Gregory.
Además, Walker Evans también supondrá un gran pilar sobre el que sustentará gran parte de su trabajo. El fotógrafo clásico destacaba por intentar retratar la vida norteamericana de forma cotidiana, a menudo, utilizando diferentes elementos del cuadro para crear ciertas metáforas sobre los objetos mostrados.
Sin embargo, Crewdson no se nutrirá únicamente del séptimo arte, sino que también encontrará artistas en el ámbito de la pintura, como Edward Hopper, que también servirán de referencia. Los cuadros del pintor están marcados por un sentimiento de soledad, plasmado de un modo tan propio del cine que directores como Hitchcock o David Lynch emplearán sus obras como inspiración para sus encuadres.
Los preparativos
Electricistas, un director de arte, actores, maquilladores… etc. No se trata del equipo designado para un largometraje, sino aquel que suele utilizar Crewdson para crear sus instantáneas.
En el anteriormente mencionado reportaje de Reserve Channel, podemos apreciar muy bien el proceso que sigue Gregory Crewdson antes y durante una instantánea. Por ejemplo, especialmente en las fotos tomadas en Massachusetts, el autor comenta cómo durante varios días buscó por el vecindario diferentes entornos que pudiesen servir como localización para sus fotografías.
Tras eso, el proceso para comenzar a realizar una de sus obras no es nada fácil. Organizar un equipo de tales características conlleva, sobre todo, una gran capacidad de coordinación entre todos sus integrantes.
Según Crewdson “se requiere mucho tiempo y energía para tomar solo una foto”. Y es que suelen tardar casi 2 o 3 días en preparar el escenario que se utilizará para esa instantánea. Todo debe estar cuidado al milímetro, y por ende, también consumirá una gran cantidad de tiempo.
Así, la producción para una obra de Gregory puede llevar a acordonar una vía principal para impedir el acceso a transeúntes, e incluso a utilizar más de 100 luces para esa toma. Como si de una alta producción de Hollywood se tratase.
Su forma de fotografiar
Todas las imágenes del autor están marcadas por un tono fílmico. La esencia de los colores o la luz provocan que las instantáneas del fotógrafo realmente parezcan frames sacados directamente de un largometraje.
Utilizando una cámara de gran formato, el proceso para configurar una obra suele abarcar desde la llamada como hora azul hasta que cae totalmente el sol y se transforma en una escena nocturna. Posteriormente, esas múltiples instantáneas se unirán entre sí para configurar una única imagen, un proceso similar al que puede ocurrir con el HDR.
Nos muestra un sujeto cuya rutina ha sido interrumpida por algún suceso extraño
Lo plasmado en su fotografía tiene mucho significado. El autor, en la mayoría de ocasiones, nos muestra un sujeto cuya rutina ha sido interrumpida por algún suceso extraño. Así, intenta provocar que el propio espectador sea el que imagine cuál es el contexto de esa historia.
Por lo tanto, aunque Crewdson se inspire en el cine, sus creaciones intentan ir más lejos que muchos largometrajes. Su obra Twilight (2003) plasma a la perfección esa esencia de la que hablamos, llevándonos a través de 40 imágenes por el universo creado por el autor.
Sin embargo, en una de sus obras más recientes, Sanctuary, el fotógrafo abandona todo el color y los múltiples detalles que han caracterizado a sus imágenes, apostando así por un blanco y negro de entornos donde reina la soledad.
No creo que nos encontremos ante un fotógrafo en lo más puritano de su esencia sino más bien ante un creador, el cual sabe exactamente cómo mover los hilos para transmitir aquello que se encuentra en su mente. O en otras palabras, un artista contemporáneo que plasma sus obras a través de la fotografía.
