El buen cine es considerado un arte a la altura de cualquier otro. Incluso en ocasiones adquiere forma de escultura, y es que en algunos lugares del mundo podemos encontrar obras de arte que conmemoran películas y personajes para el recuerdo. Éstas son, para bien o para mal, algunas de las esculturas más curiosas en honor al séptimo arte:
1. Escultura de Orson Welles, Marruecos
Sí, ese rostro hinchado y poco agraciado pertenece al famoso director y actor estadounidense. El protagonista de Ciudadano Kane permaneció durante varios meses en la ciudad marroquí de Essaouira mientras grababa la adaptación del clásico Otelo. En aquella histórica ciudad se filmaron varias escenas memorables en sus laberínticas calles y en sus paseos a través de la medina. A pesar de ello, el rodaje tuvo unos inicios abruptos, llenos de problemas económicos:
“Un día después de llegar, recibí un telegrama diciendo que no se había iniciado la fabricación del vestuario. Y entonces llegó otro telegrama comunicando que Scalera (la productora) había ido a la quiebra. Así que tenía una compañía de cincuenta personas en el norte de África y sin dinero - a pesar de que tenía la película y teníamos nuestras cámaras - pero ¿cómo se puede grabar Otelo sin disfraces?”. Extracto de una carta de Orson Welles, fechada en 1952.
El monumento fue inaugurado el 24 de septiembre de 1992 por el entonces príncipe de Marruecos, Sidi Mohammed, ante un gran despliegue de medios procedentes de todo el mundo. A pesar de ello, en la actualidad la escultura se encuentra en un estado deplorable, falta de cuidados y necesitada de una importante restauración. Un genio como Welles bien lo merece.
2. Estatua de Braveheart, Escocia
Una escultura que originó una enorme polémica. William Wallace, el líder escoces que dirigió a su país contra la ocupación inglesa promovida por el Rey Eduardo I, fue el protagonista interpretado por Mel Gibson en la mítica Braveheart. Una película que motivó a las autoridades de Stirling (Escocia) a levantar una estatua en honor a su héroe local en 1997. Oficialmente, la intención era conmemorar el 700 aniversario de la Batalla del Puente de Stirling en la que Wallace derrotó al ejército inglés. El problema surgió cuando los medios de comunicación se percataron del enorme parecido de la estatua de Wallace con el actor Mel Gibson en su papel del héroe escocés. De hecho, el periódico The Observer Stirling criticó duramente la obra, que había sido promocionada por la Consejería de Turismo de Escocia. Desde entonces, la escultura ha sufrido la burla y el desprecio de locales y visitantes, que reconocen antes al actor que al histórico personaje que representa. Bajo la figura se puede leer la palabra Freedom (Libertad) y una pequeña referencia en bronce de las manos del escultor.
Tras varios actos vandálicos que afectaron gravemente la estructura, en 1998 fue retirada y restaurada, aunque vuelta a colocar bajo mayores medidas de seguridad. Finalmente, en 2011 fue devuelta a su escultor.
3. Busto de Sean Connery, Estonia
¿Qué hace una escultura de Sean Connery en Estonia? Parece complicado imaginarse alguna relación entre el actor británico y este pequeño país báltico, pero sí, la hay. Resulta que en Tallín (capital de Estonia) existe un relevante club social centrado en la cultura, historia y costumbres escocesas (no integrado por escoceses), denominado SOTI Klubi of Tallinn. Se trata de una sociedad de la que forman parte algunos de los políticos y personalidades más destacadas de Estonia, posee un restaurante abierto al público, aunque la membresía del club es únicamente por invitación. El caso es que sus miembros reunieron dinero suficiente, más de 10.000 euros, para financiar un imponente busto del actor, fabricado en bronce.
Al acto de inauguración en 2011 asistieron, entre otros, el embajador británico en Estonia, Peter Carter, o el cónsul honorario escocés en la ciudad, Iain Lawson. Eso sí, los presentes no pudieron contar con la presencia de Sean Connery, que probablemente no tuvo constancia de la obra.
4. Estatua de Johnny Depp, Serbia
El estrambótico actor estadounidense, actor fetiche de Tim Burton y protagonista de la saga Piratas del Mar Caribe, visitó en 2010 la estatua a tamaño real que un pequeño y desconocido festival de cine serbio había realizado en su honor. Depp fue invitado por el director de cine Emir Kusturica, creador del festival, para conocer la localidad de Mokra Gora y los escenarios donde se iba a desarrollar el rodaje de su próxima película: una adaptación bibliográfica de Pancho Villa. En realidad, la intención del director era impresionar y agasajar a su invitado para lograr que protagonizara la cinta.
Aquella visita llegó a paralizar la actividad institucional del país balcánico, cuyo presidente recibió con honores al actor y éste fue trasladado en helicóptero hasta las montañas serbias donde se celebraba el festival. Parece que todo el esfuerzo fue en vano, ya que el proyecto de Pancho Villa se paralizó poco después.
Es el turno de Mad Men
La pequeña pantalla también ha logrado un sitio entre las esculturas, o al menos en el caso de Mad Men. Así lo anunció ayer la cadena AMC, confirmando que el próximo lunes día 23 se inaugurará una obra conmemorativa en Nueva York. En concreto, la escultura se situará en la plaza del edificio Time & Life, el rascacielos que alberga las oficinas de Sterling Cooper & Partners en la serie. Al acto acudirán algunos de sus protagonistas, como Jon Hamm, Christina Hendricks o Elisabeth Moss.