Muy recientemente recibíamos la increíble noticia desde el ATLAS y CMS: han conseguido medir la masa del bosón de Higgs con menos de un 0,2% de precisión. ¿Significa esto que hemos encontrado la famosa y mal llamada "partícula de dios"? No, por supuesto que no. ¿Estamos más cerca de encontrarla? Bueno, en cierta manera sí. Pero tampoco podemos decirlo de manera tajante. Entonces ¿es importante el descubrimiento? Oh, sí, desde luego. Es un hecho digno de elogio, bastante interesante dentro del mundo físico y que nos permite dar otro pasito más. Veamos por qué.
La masa del bosón de Higgs
Ha sido durante los encuentros de Moriond, en Italia, cuando los físicos han dado un paso adelante y se han atrevido a decirlo con rotundidad: "hemos calculado la masa combinada más precisa del bosón de Higgs hasta la fecha". Con una precisión aproximada del 0,2%, ésta corresponde a 125,09 ± 0,24 GeV. Esto quiere decir que ahora sabemos con muchísimo más detalle algunos aspectos del bosón de Higgs, ya que es, además una de las medidas más precisas obtenidas hasta la fecha. ¿Pero qué tiene esto de especial, cuando hablamos de una partícula que todavía se encuentra parcialmente encontrada? Es decir, existe, está ahí, pero los datos todavía han de ser afinados. Y precisamente aquí está el quid de la cuestión. Al ser una partícula tan esquiva, La medición no confirma la existencia del bosón de Higgs
cualquier dato, por minúsculo que parezca, nos acerca de una manera u otra a su hallazgo final.
La precisión de esta medida es todo un mundo dentro de la física, lo que permite acotar muchísimo más cualquier registro, entre los infinitos que se pueden obtener en el estudio de las altas energías y las partículas subatómicas. Con esta medida, sencillamente, podemos comprobar que estamos haciéndolo bien en una partícula que ha dado más que hablar que algunas revistas del corazón. Además, con la inminente reapertura del LHC en su Run 2, esta precisión solo es parte de un buen augurio que indica el increíble potencial que tiene el trabajo en conjunto. Puede que esta determinación de la masa combinada del bosón de Higgs no nos confirme que está ahí. Pero, desde luego, es un indicio de que le estamos siguiendo su esquiva pista.
Qué demonios es el Higgs
¿Qué tiene esta partícula que tanto dolor de cabeza da a los físicos? El bosón de Higgs no es otra cosa que una partícula, todavía no detectada directamente, que resulta esencial para el denominado Modelo Estándar de la física de partículas y que describe las partículas elementales, las que conforman la realidad de nuestro universo, toda su materia y sus interacciones. En 1993, Lederman apodó al bosón de Higgs como la "partícula de dios" debido a su importancia crucial y central en los modelos actuales de la física Lederman le dio en 1993 el nombre de "la partícula de dios" al bosón de Higgs
de partículas. Bueno, según explicó él, fue por eso y por que no le dejaron llamarla la maldita partícula (the Goddamn particle).
Este último título, como bien explicaba el autor, le hace más justicia pues está costando más esfuerzo y dinero que muchas de las investigaciones más caras juntas hasta la fecha. El hallazgo de esta masa combinada se debe a que el bosón de Higgs se cree capaz de desintegrarse en varias partículas distintas, según los indicios teóricos. Tras los experimentos pertinentes, se pueden medir los canales de desintegración que permite, combinándolos, hallar la suma de la que partieron y que, predicen los datos, definirían al bosón de Higgs. Para ello se han tenido que hacer colisionar unos 4.000 billones de protones, lo que o parece, mires como lo mires, nada fácil de hacer ni de entender. Gracias a la colaboración del ATLAS y el CMS, sin embargo, este trabajo le da una herramienta más a los físicos para buscar con más eficiencia y afinar nuestras herramientas, como si de exploradores se tratasen, en pos de la partícula de marras. Hasta que la encontremos, solo podremos contentarnos con decir que la partícula está "parcialmente descubierta". Que ya es mucho.