Snapchat presentó hace pocos días Discover, una nueva plataforma de distribución de contenido dentro de la app que permite descubrir material seleccionado por canales productores asociados (CNN, MTV, Cosmopolitan, Daily Mail, B/R, Food Network, National Geographic, People, Vice, Yahoo! News, Fusion). Completa la lista “Snap Channel”, el canal oficial de la aplicación. Ayer la plataforma tuvo su primera gran bomba: Madonna lanzó en exclusiva el video del tema "Living for Love” a través del “Snap Channel” de Discover.

Lamentablemente, si ayer no lo vieron en la app ya no podrán hacerlo, porque Discover cambia el contenido de la plataforma cada 24 horas (aun así, sepan que hoy, un día después, VEVO lo subió al canal oficial de Madonna). Pero, más allá de este caso particular, lo que me interesa destacar es la apuesta continua de Snapchat por la cultura de la fugacidad.

La cultura de la fugacidad

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Casi todos los servicios que utilizamos (Twitter, YouTube, mail, mensajería instantánea, etc.) se apoyan en el concepto de archivo. Las cosas quedan, se acumulan, son recuperables. Ocurre lo mismo cuando navegamos (mientras no lo hagamos en una ventana de incógnito, claro está): siempre podemos consultar el historial y volver hacia atrás. Snapchat, la aplicación creada por Evan Spiegel, Bobby Murphy y Reggie Brown, desde sus inicios, problematizó esta noción de “recuperabilidad”.

El concepto de fugacidad es central en la filosofía de Snapchat. Si en Instagram uno puedo perderse en un stream de fotos y ver las mismas imágenes una y otra vez (¡stalkers del mundo, uníos!), en Snapchat uno apoya el dedo, mira la imagen durante el límite de tiempo configurado por quien la haya enviado y después, nada (recuerden que hablamos a nivel conceptual, no nos olvidamos de los episodios de hacking o las distintas formas de hacer un screenshot de un “snap”, hechos que atentan contra el funcionamiento “ideal” de la plataforma).

A nivel “mensajería” ocurre lo mismo. El historial de Whatsapp, por ejemplo, es prueba patente de qué se dijo y cuándo. Estamos acostumbrados a poder revisar conversaciones, a obsesionarnos con tal o cual mensaje. En Snapchat eso no existe. El mensaje es como una de esas esculturas de hielo bajo el sol. O no, déjenme intentar mejorar este último símil. El mensaje en Snapchat es como un cubo de hielo en un horno microondas.

A la fugacidad a nivel comunicacional, Discover ahora agrega la idea de lo efímero en la distribución de contenido. Discover nos permite acceder al material curado por cada uno de estos canales disponible por tan sólo 24 horas. Al otro día habrá más material, pero no será el mismo. En tiempos donde la posibilidad de reproducción es un valor (donde estamos acostumbrados a poner en repeat una lista de YouTube, a revisar concienzudamente newsfeeds de Facebook y streams de Twitter, etc.), Snapchat enarbola una bandera que pareciera ir a contracorriente del resto.