No hay duda de que una de las tendencias entre los fabricantes de coches es la tecnología. Dotar de grandes dosis de tecnología se ha convertido en el factor diferenciador de los fabricantes, y antes de que esta tecnología llegue a los coches de la calle o incluso a los de carreras, suele ser puesta a prueba durante su fase de desarrollo en vehículos experimentales como este que os vamos a enseñar.
Mitad cohete espacial, mitad coche terrestre, el Bloodhound SSC quiere tener el mérito de convertirse en el coche más rápido jamas fabricando. Lógicamente, la coletilla de coche a lo mejor le queda un poco pequeña, pues solo con ver su diseño, parece más un cohete espacial que otra cosa. Lo interesante de este prototipo, es que está sirviendo como base para investigar las posibilidades en el futuro podrán tener lo coches de calle o carreras, y de paso, ganarse un galardón al coche más rápido.
Este prototipo es una mezcla, como hemos dicho, de avión y coche de motor diseñado para ir a una velocidad de más de 1000mph -cerca de unos 1600kmh-. Está diseñado combinando un chasis y un fuselaje delgado de una longitud aproximada de 13,4 metros con dos ruedas delanteras y dos ruedas traseras montadas dentro y fuera del carenado. Pesa 7,5 toneladas y tiene una potencia de más de 135.000 caballos de fuerza, más de 6 veces la suma de todos los coches de Fórmula 1 en una carrera tradicional.
A pesar de que en las primeras etapas del proyecto el Bloodhound SSC estaba destinado a ser solamente propulsado por cohetes, y contando con que esto ofrece ciertas ventajas de rendimiento, los cohetes no son tan fáciles de controlar como los motores de lo aviones, por lo que se decidió combinar dos sistemas más tradicionales con el fin de ganar rendimiento y velocidad:
En este sentido, y desechados los sistemas de cohetes, se ideó una mezcla de tecnología a medio camino entre los automóviles y aviones: mitad fibra de carbono para la zona del piloto y la otra mitad fabricada en metal para los motores. Sí, motores, puesto que el coche más rápido monta una combinación de motores formada por un EUROJET EJ200, un motor de avión militar muy sofisticado combinado con un turboventilador -el mismo que el caza Eurofighter Typhoon-, con un motor Jaguar Supercharged V8 de 50bhp que, a pesar de que a primera vista parezca muy diferente del diesel o de gasolina del coche tradicional, sigue siendo un motor de combustión interna.
Con ello se consigue una velocidad de más de 1000mph, y si bien es cierto que todavía es un prototipo en pruebas, tiene el honor de ser el coche más rápido jamás fabricado: