El vuelo de British Airways 114 salió el jueves por la mañana a las 10:50 del aeropuerto John F. Kennedy en Nueva York. Tan sólo 5 horas y veinte minutos después aterrizaba en el aeropuerto de Heatrow en Londres. La razón, el jet stream o corriente en chorro del Atlántico Norte.

¿Cómo puede un avión realizar un viaje que típicamente dura unas seis horas y media en apenas cinco? Es un auténtico récord si tenemos en cuenta los miles de kilómetros y la exactitud con la que se controlan los vuelos, pero también puede llegar a ser un problema. El jet stream del Atlántico Norte es un efecto natural que ocurre de una manera especialmente fuerte en los meses fríos y en las capas más altas de la tierra. Sus efectos pueden ser curiosos, como en el caso del vuelo BA 114, o muy molestos para todos aquellos que deban ir contracorriente. Podrían resultar incluso peligrosos y muy costosos económicamente hablando.

Velocidad casi supersónica

El Boeing 777-200 es un avión cuya velocidad máxima es de unos 950 Km/h, aunque normalmente viaja a unos 905 Km/h. La velocidad del sonido, a nivel del mar, es de unos 1235 Km/h. Si tenemos en cuenta que el vuelo BA-114 viajaba a unos 1.199 Km/h, podemos afirmar que los pasajeros practicamente viajaban a velocidades supersónicas. Puede parecer que 249 Km/h de más en un avión no es mucho, pero hablamos de un monstruo cuya precisión es absoluta y que pesa más de 220 toneladas. Doscientos cincuenta kilómetros de más no son ninguna tontería. Si además tenemos en cuenta que sólo el Tupolev y el Concorde se cuentan entre los aviones civiles supersónicos, hay que admitir que el logro de este vuelo no ha sido pequeño.

Boeing 777-200 jet stream
Boeing 777-200 en vuelo. Fuente: Greg A L / Wikipedia

De hecho, gracias al buen control de los operadores internacionales no ha habido ningún problema, pero el que un avión llegue una hora antes a su destino podría desorganizar completamente el plan de aterrizajes. Ahora veamos la parte contraria. Los vuelos desde Europa hasta la costa este se las han visto negras para evitar el jet stream. Más de ocho horas de duracion han sido la consecuencia de este chorro de aire, además de un considerable desvío e incluso una operación de respostaje en más de un vuelo.

¿Qué es el jet stream?

El jet stream o corriente en chorro, como se le conoce español, es un efecto meteorológico que ocurre a varios de kilómetros de la superficie terrestre, en la atmósfera y especialmente en los meses fríos. Esta corriente concentrada provoca un "canal" en el cielo de cientos de kilómetros de ancho por miles de largo en el cual el viento va en una dirección a una velocidad muy superior a la que lo suele hacer. En este caso, el chorro de aire ha alcanzado en su centro los 322 kilómetros por hora en dirección a Europa. Los jet stream viajan de oeste a este en nuestro planeta, con una forma serpenteante, y suelen producirse por una compleja interacción entre las masas de aire a diferente temperatura, el efecto Coriolis y la formación de varios frentes meteorológicos.

Jet stream
Muestra de la evolución del Jet Stream. Fuente: Mashable

De hecho, los jet stream o corrientes en chorro ocurren también en otros planetas con atmósfera, aunque son distintos al nuestro. En nuestro caso, estas corrientes se producen normalmente a la altura a la que viajamos en avión. Por eso mismo los jet stream son conocidos y previstos por los operarios de la aviación para usarlos en su En 1996 se consiguió atravesar el atlántico en sólo 2 horas y 52 minutos gracias al Concordebeneficio o evitarlos cuando puede ser. Pero eso no quita que a veces supongan un auténtico problema y un coste adicional.

Toparnos con una corriente así puede hacer que nuestro viaje dure una hora más o una hora menos, como poco. En ocasiones esto se debe a desvíos para evitar las fuertes turbulencias o incluso a la necesidad de repostar ya que los viajes en avión están muy medidos. Por suerte es algo con lo que contamos y hay vuelos que se benefician de ello. En 1996 se consiguió atravesar el Atlántico en solo 2 horas y 52 minutos, casi la mitad de la duración que el BA 144. Aunque esto fue gracias a los casi 2200 kilómetros por hora del Concorde, el empujón del jet stream le vino ni que pintado para batir el record.

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