Desde el comienzo, 2014 se planteaba como uno de los años más difíciles para Apple. No porque la compañía estuviera pasando un mal momento financiero o de ventas, todo lo contrario. Era un momento difícil porque después de 7 años marcando las pautas de lo que debía ser un teléfono en cuanto a tamaño, Apple viraría hacia lo que marcaba el mercado. Y lo ha hecho. Los de Cupertino han dejado atrás obsesiones (sanas en muchos aspectos) sobre el agarre del terminal y han construido el que para nosotros indiscutiblemente es el mejor smartphone de 2014. Aunque en este caso sean dos por ser el mismo teléfono en distintos tamaños, iPhone 6 y iPhone 6 Plus.
iPhone 6 y iPhone 6 Plus son los mejores por ser los únicos que logran transmitir una experiencia redonda
Y lo es por lo que espérabamos de 2014. Tras 4 años de década en los que los smartphones modernos se han consolidado y ya forman parte sin ninguna duda un producto maduro, a 2014 le pedimos la llegada, al fin, de un producto redondo. Un terminal que pudiera satisfacer a todos los públicos. Que entregase las mejores especificaciones, y a la vez fuese brillante en cuanto a experiencia de usuario. Que todo el público se identificara con él, y que no tuviera apenas aspectos negativos.
Y en ese sentido, el iPhone 6 y el iPhone 6 Plus no sólo son por separado el mejor smartphone de 2014, sino que no han tenido rival. Estamos ante los únicos smartphones redondos de este año, y por lo que hemos visto, eso no es nada fácil. 2014 ha sido un año de grandes terminales como Samsung Galaxy S5, HTC One M8, Samsung Galaxy Note 4, Sony Xperia Z3, Moto X 2014 o incluso LG G3, pero todos ellos, sin excepción, tienen grandes defectos en apartados importantes. El iPhone 6 y el iPhone 6 Plus no son perfectos, ni probablemente ningún terminal lo sea nunca, pero son lo más cercano a eso que encontramos en 2014.
Los iPhone 6 y 6 Plus han traído a este 2014, con permiso del Galaxy Note 4, la mejor pantalla del mercado (la mejor IPS). Una saturación y un balance de blancos casi perfectos, un panel visible desde prácticamente cualquier ángulo sin perder un ápice de calidad, y un panel también visible en cualquier contexto, porque salir a la calle un día luminoso con el iPhone 6 no complica más las cosas que cuando vemos su pantalla en interiores.
¿Qué decir de su cámara? Apple lo ha vuelto a hacer. Aunque ya cuente con muy buenos oponentes, ninguno de ellos consigue aunar tantos elementos sobresalientes. Si necesitas sacar la foto más rápida, con el mejor enfoque del mercado, es tu cámara. Si necesitas captar escenas de baja luminosidad con el menor ruido posible, también es tu cámara. Si haces fotografía con amplios contrastes de luz y el rango dinámico te preocupa, también es la mejor cámara móvil que existe. Y por último, si eres un experto en fotografía y necesitas controles manuales, iOS 8 te los trae.
La batería era la gran pega del iPhone 5S, y el iPhone 6 y sobre todo el 6 Plus llegaron para arreglar eso. No son los mejores, porque la competencia es muy dura, pero pasar largas jornadas fuera de un enchufe ya no supone ningún drama o privación de disfrute de juegos, vídeos o toma de fotos. Dentro de algunos años nos reiremos de las autonomías actuales, pero el iPhone ya se encuentra dentro de la media alta. Y eso es una gran noticia.
Para los que también somos usuarios de otros sistemas operativos, iOS era uno de los grandes problemas que tenían los iPhone (a la vez que su gran valedor), y este año, eso ha cambiado (aún en proceso). Tras un gran impulso visual con iOS 7, la plataforma necesitaba uno funcional, y eso es iOS 8. Un sistema que al fin permite cosas tan nimias como compartir enlaces a Pocket sin hacer malabares, o enviar fotos desde la galería sin dar más pasos de la cuenta. Un sistema que a falta de limar alguna aspereza, entrega la experiencia de usuario que siempre le ha caracterizado con muchas más posibilidades, como la novedosa, pero ya histórica Workflow.
Si en 2014 Apple ha conseguido llegar a este nivel, de cara a un 6s cabe seguir mejorando más y más. Desde el Nokia 7650, la fotografía móvil no ha dejado de mejorar, y los "s" de Apple siempre integran grandes novedades en ese sentido. Si el chip A9 llega junto a los 2GB de RAM y 14nm, mejorando aún más la eficiencia energética, y Apple añade al panel la capa antirreflejos del iPad Air 2, en cuanto a hardware todo estará hecho. Estéticamente "camuflar" las bandas también sería una gran noticia. 2015 volverá a ser, con casi toda probabilidad, un gran año para el iPhone.
¿Y la competencia?
De todos los terminales que he enumerado al principio y que podrían optar a ser considerados el mejor smartphone de 2014, creo que existen dos grandes referentes en los siguientes puestos de la lista, y ambos por motivos muy diversos.
Samsung Galaxy Note 4
El que para la mayoría es el segundo gran smartphone del año, por calidad y por tamaño. Destaca, sobre todo, por su fuerza bruta, siendo el gran exponente del valor de las especificaciones con su pantalla QHD, su SoC Snapdragon 805 y sus 3GB de RAM. En lo relacionado al software, el exponente del valor de la diferenciación por tamaños. Porque Samsung no sólo fue la primera, no, sigue siendo la mejor; la compañía que mejor entiende que cuando se crece, hay que hacerlo en todos los sentidos. Y paradójicamente, la que peor entiende que una experiencia de usuario sobresaliente es lo primero que hay que garantizar. El Note 4 es, en conclusión, un puzzle imperfecto sin carisma: gran cámara, gran pantalla, gran autonomía, software adaptado y mala experiencia de usuario para la excelencia que esperamos en 2014. El que pudo ser y no fue.
Moto X (2014)
En el Moto X (2014) encontramos el ejemplo ideal opuesto al Note 4. Un gran desequilibrio en hardware (cámara y batería aprueban muy justitas) respecto al software, donde el terminal de Motorola produce, la que para mí es la mejor experiencia de usuario de 2014. Sistemas muy rápidos y fluidos como son KitKat y Lollipop unidos a un gran hardware y entendimiento de software por parte de Motorola. El único terminal más allá del iPhone cuyo funcionamiento me ha enamorado y me ha hecho olvidar sus otros defectos. Desequilibrado sí, pero sostener un Moto X es un placer. Y pocos pueden decir eso. El Moto X es el Nexus 2014 que no fue el Nexus 6, el mejor teléfono posible para un amante de Android, con todas sus letras.