Como se recoge en el blog de National Geographic, el trabajo de Kenji Yamaguchi es muy singular. Es el encargado de modificar cámaras para que las fotografías luzcan lo mejor posible. Así, Yamaguchi realiza labores artesanales en las lentes y diferentes cámaras, alterando entonces su funcionamiento y optimizándolas para las labores que realizará concretamente el reportero.
En el sótano del edificio de National Geographic es donde podremos encontrar la oficina de Kenji. Rodeado de herramientas como taladros, sierras y cubierto de grasa, el artesano es la primera persona a la que los fotógrafos acuden cuando desean obtener un efecto muy concreto en alguna de sus herramientas.
Por ejemplo, cuando un reportero necesita una cámara más rápida, o una lente macro con un mayor angular para fotografiar objetos muy cercanos, Kenji es el encargado de hacer que las necesidades de los autores se transformen en algo real.
Debido a sus habilidades, Kenji se ha encontrado presente en muchos de los proyectos planteados por la National Geographic. Entre ellos, encontramos la difícil misión de David Doubilet, el cual debía sumergirse en el fondo marino de Tokio y capturar una parte del submarino de la compañía, al mismo tiempo que debía retratar el barco que se encontraba a flote. Tenía que realizar una doble exposición en una sola foto. La ayuda de Kenji resultó fundamental para obtener el éxito y poder exponer la fotografía correctamente en un solo negativo, algo que se realizó en diferentes días.
El japonés es el autor de diferentes gadgets que ayudan a los fotógrafos en sus labores de reporteros. Uno de ellos es lo que él llama “cámara trampa”, las cuales lanzan el flash cuando detectan movimiento por delante de la escena. Asimismo, también tuvo que modificar muchos de los flashes de las cámaras para convertirlos en dispositivos inalámbricos, ya que según los reporteros, los guepardos solían morder el caucho que solía rodear al cable de la cámara.
Factores como la ayuda de Kenji Yamaguchi, son aquellos que ayudan a los fotógrafos del National Geographic a realizar tomas que posteriormente provocan que quedemos alucinados, y pregúntandonos cómo ha sido posible captar ese momento en una imagen.