No hay nada seguro en el mundo de la tecnología, no existe un sistema en el que alguien no pueda entrar por uno u otro método. Y el sector de la automoción no se libra de este tipo de sospechas, y más con la llegada de los vehículos autónomos y su completa dependencia de la tecnología.

El equipo de ciber-seguridad del Instituto de Ingeniería y Tecnología del Reino Unido ha difundido un estudio en el que quieren concienciar a los fabricantes y usuarios sobre el problema de la tecnología asociada a los coches autónomos. Este equipo ha detectado que los sistemas de navegación deben ser más fiables porque pueden sufrir ataques para tomar el control. Han estimado que hasta el 98% de las aplicaciones que se usan para que un vehículo pueda circular de una forma 100% autónoma tienen fallos de programación en materia de seguridad. Un porcentaje sumamente elevado y que puede generar algo de incertidumbre.

Solo con que un pequeño porcentaje de vehículos autónomos puede verse afectado, su credibilidad pondría cierre a esta nueva forma de movilidad.

Hay más. De este 98%, un número bastante amplio tienen entre 10 y 15 agujeros de seguridad que permitirían a un hacker tomar el control de diversos aspectos de los coches autónomos como la dirección, el control de navegador, aire acondicionado, etcétera. Hugh Boyes forma parte del equipo de ciber-seguridad y ha realizado una declaración que pone los pelos de punta al afirmar que la industria no es consciente de los problemas que esto puede ocasionar si no se soluciona antes de la puesta en producción de este tipo de movilidad.

Numerosos fabricantes están realizando los primeros avances en materia de conducción autónoma con sistemas que automatizan la conducción en atascos, autovías, aparcamiento... pero es muy pronto para plantearlo como una alternativa. Reconozcamos que los coches autónomos pueden revolucionar la movilidad en las ciudades reduciendo el número de accidentes, tiempos, atascos, emisiones contaminantes... pero sino son seguros, nadie querrá comprar uno.