Quizás hayan oído hablar del proverbio Por un clavo se perdió un reino. Si no, les resumo rápidamente el proverbio, el cual narra una cadena de consecuencias que, al perder un clavo, se pierde una herradura, que hace que se pierda un caballo, que hace que se pierda un caballero, que hace que se pierda una batalla y que, finalmente, hace que se pierda un reino entero. Hasta hace poco, entendía el significado de este proverbio pero no lo había vivido en la vida real. Todo esto fue hasta que tuve que utilizar una tarjeta nano SIM, la cual se convirtió en mi clavo particular.
Tuve que utilizar una tarjeta nano SIM para poder utilizar y analizar el Sony Xperia Z3 Compact. Al llegarme, vi que tenía que utilizar una nano SIM y yo, como usuario de Nexus 4 que utiliza micro SIM me pilló a pie cambiado. De repente, no sabía qué hacer, por lo que cometí mi primera estupidez: recortar mi tarjeta micro SIM en una nano SIM, en lugar de pedir un duplicado en nano SIM y dejar la micro SIM guardada en un cajón para cuando me volviera a hacer falta. Al principio, esta acción fue beneficiosa para mí dado que me funcionó y puede empezar a utilizarlo para su posterior análisis.
Necesitamos un estándar en la industria o herramientas que nos permitan utilizar distintos tamaños de SIM sin problemas.
Sin embargo, este recorte no era cómo utilizar una nano SIM de verdad por lo que, para evitar romper el Z3 Compact, pedí a mi operadora un SIM de reemplazo de tamaño SIM, la cual me llegó a los pocos días y pude utilizarla sin problemas. Las semanas pasaron y todo transcurrió sin problemas, hasta que llegó el momento de volver a la realidad, de volver a mi Nexus 4 y, por tanto, utilizar un tamaño micro SIM. Y aquí es dónde cometo mi segunda estupidez, la pérdida de mi herradura.
Tuve la posibilidad de solicitar un segundo reemplazo (mi operadora mi ofrece dos reemplazos al año de forma gratuita), pero no quería desperdiciar ese reemplazo a la ligera y había oído hablar de los adaptadores para tarjeta SIM. Concretamente, había oído buenas y malas historias sobre los mismos, pero en mi modo de ver la vida con el vaso medio lleno, compre un adaptador de nano SIM a micro SIM y lo utilicé en mi Nexus 4. Tercera estupidez. Ahí ya había perdido mi caballo.
Para ser específicos y no alargar mucho el tema, rompí la bandeja SIM al intentar sacarla tras haberse quedado atascada. Además de esto, los pines que conectan con la tarjeta SIM que se encuentran dentro del smartphone estaban rotos, porque no reconocían ningún otro tipo de tarjeta tras este hecho. Generalmente, para la tecnología soy extremadamente cuidadoso, y era la primera vez que rompía un dispositivo por inconsciencia y no por puro despiste o por ser manazas. Conocía los riesgos y los pros y los contras, y a pesar de que había un alto riesgo, seguí adelante. Y pagué con el hecho de tener que reemplazar mi smartphone.
Afortunadamente, todavía seguía en garantía, por lo que al final todo esto ha quedado en un susto, pero tras haberme pasado a mí, recuerdas las historias que has leído y escuchado de gente con terminales de 500 o 600 dólares que han quedado reducidos a un bonito y caro pisapapeles por una pieza de plástico que no llega a costar 3 euros. Y por todo esto la razón por la que empecé a escribir este post en primer lugar: no uses adaptores para tarjetas SIM, especialmente esos que regalan en cualquier tienda de "electrónica", que están mal recortados y no son muy de fiar. Por muy baratos que te parezcan, por muy listo o lista que te creas, créeme que no merece la pena correr el riesgo.
Actualmente existen numerosas alternativas para evitar este paso, desde los duplicados de SIM que pueden salirte gratuitos o por precios que oscilan de 5 a 7 euros, pasando por compañías fabricantes de smartphones como OnePlus, que ofrece dos bandejas para SIM, según utilices una nano SIM o micro SIM (modelo que deberían adoptar algunas compañías), o lo que llamo yo el último recurso, adaptadores para tarjetas SIM, pero de buena calidad, como estos que podemos encontrar por Amazon, y que tienen la fama de ser los mejores adaptadores que puedes encontrar en el mercado. Aún así, os recomiendo que busquéis antes alternativas entre las dos primeras opciones. Lo que resulta demasiado barato puede acabar saliendo demasiado caro.