Ya es oficial. Tras la enigmática "L" de la última versión de Android lo que se escondía era... Android Lollipop, que estará disponible para los Nexus 4, 5, 7 y 10 en las próximas semanas. Y lo primero que llama la atención, por supuesto, es... Material Design. Los días en que Android era esa plataforma fea y sobrecargada pasaron a mejor vida hace tiempo. Ice Cream Sandwich primero y Jelly Bean después trajeron una enorme mejora en el apartado visual. Ahora Google lleva Android a un nuevo plano con Material Design, el nuevo lenguaje de diseño que debuta en Android L pero va a pasar a todos los productos de Google, incluyendo aplicaciones y sistemas operativos, así como webs.

Lollipop Forest

Los desarrolladores también deberán (siempre de forma opcional, claro) asumir estas líneas de diseño en sus aplicaciones. Así que Material Design es la evolución de Holo, una evolución acertada y tan natural como la que supuso pasar del skeumorfismo de iOS 6 a las líneas de iOS 7, por hacer el paralelismo con Apple. No sólo es un cambio hacia unas interfaces gráficas mejores y más actuales (más colorismo, mejores transiciones y animaciones), sino por el espíritu de unificación que supone.

Las notificaciones ahora se muestran también en la pantalla de bloqueo, los ajustes rápidos y la multitarea han sido rediseñados, los botones de software también son nuevos y se alejan de lo tradicional... Muchos cambios trae Material Design en Android L. En general, las líneas son más limpias, modernas, y atractivas.

Project Volta y ART

Project Volta es el nombre del proyecto de Google para mejorar el consumo energético en Android, lo cual lleva a alargar la autonomía de los terminales con este sistema operativo. En los últimos tiempos, los fabricantes han logrado avances significativos. Caso de Motorola, Samsung o Sony, entre otros, gracias a una mezcla de hardware y software sobre Android. Ahora con Project Volta deberíamos ver nuevos avances en este sentido. Si Project Butter supuso en el pasado una evidente mejora en la fluidez, con Volta deberíamos ver otro buen paso hacia delante de Android.

ART (Android RunTime) no es exactamente nuevo. Desde sus inicios y hasta las últimas versiones de Jelly Bean, todos los Android utilizaban Dalvik como máquina virtual predeterminada. El Nexus 5 estrenó ART como una posibilidad que había que escoger de forma manual, y otros dispositivos siguieron el mismo camino. Con Android L, Dalvik desaparece y ART es la máquina predeterminada.

Si Volta tiene como misión mejorar la autonomía de los terminales, ART pretende ser algo más global en torno al dispositivo. No sólo mejorar su autonomía, sino dotarlo de mayor fluidez y suavidad. Esto vino tras la compra de la empresa francesa FlexyCore, de cuya responsabilidad es el desarrollo de ART. Ahora, la máquina virtual trabaja con un nuevo tipo de archivo compilado: OAT, que pasa a sustituir a ODEX.

¿En qué se diferencia Dalvik de ART a nivel de funcionamiento? Dalvik ejecuta una máquina virtual que interpreta el código mientras inicia la aplicación, de forma simultánea. ART pre-compila cuando instalamos una aplicación, así que cuando pulsamos sobre su icono para abrirla no necesita tanto tiempo para cargar datos, y la ejecución se realiza antes.