El ecosistema Android ha estado claramente dominado por un fabricante durante los últimos años: Samsung. Los asiáticos han poblado el mundo con dispositivos Galaxy, una marca que han conseguido popularizar gracias, sobre todo, a los "Samsung Galaxy S", unos dispositivos de gama alta que siempre se han caracterizado por ser completos y prácticos.
Pero los últimos resultados financieros de Samsung y las relativamente bajas ventas del Samsung Galaxy S5 han hecho saltar las alarmas. Samsung está dejando que otros le coman el terreno que parecía de su propiedad por tiempo ilimitado. Ya lo comenté a comienzos de año en Celularis: 2014 podría ser el año en el que Samsung comenzaría a perder su reinado.
Samsung pierde terreno y LG lo gana a pasos agigantados
Paralelamente a esta pérdida de popularidad y ventas de Samsung –que parecen augurar el fin de su reinado–, los asiáticos de LG han experimentado un crecimiento tanto en popularidad y beneficios como en calidad de producto. En 2013, su Nexus 5 y su LG G2 se coronaron como dos de los mejores smartphones del año, poniendo las cosas muy difíciles a Samsung Galaxy S4, iPhone 5s y compañía. Y ahora, en 2014, con el LG G3, ha continuado con ese gran avance, haciendo de este LG G3 uno de los mejores smartphones de este primer semestre y, probablemente, de todo el año.
Todo esto se puede ver reflejado en los resultados financieros que LG anunció en los últimos días, donde encontramos un crecimiento del 16% respecto al mismo trimestre del pasado año y un aumento en ventas hasta los 14.5 millones de unidades vendidas. Unas cifras realmente buenas, la verdad.
Así pues, si tenemos en cuenta el crecimiento de LG en la gama alta (donde se ha consolidado como un claro exponente gracias a productos muy completos y precios bastante acertados) y el declive de Samsung de forma paralela, ¿es posible que LG se convierta en el sucesor natural de Samsung con el paso del tiempo? Es un poco atrevido afirmarlo, pero es una posibilidad que cada vez cobra más fuerza por diversos motivos:
Son fuertes en la gama baja. No tanto como Samsung, pero los productos de gama media y baja de LG (que son los que realmente proporcionan el grueso de cuota de mercado) son bastante fuertes. Su calidad, en muchas ocasiones, dista de otras alternativas como el Motorola Moto G, pero sus bajos precios y los numerosos acuerdos con operadoras hacen de estos smartphones de la compañía unos éxitos en ventas. Basta ver la gama L de LG para comprobarlo.
Smartphones completos, prácticos y de precio contenido. Esa frase define perfectamente a los tres últimos flagships lanzados por la compañía asiática (LG G3, LG G2 y Nexus 5). Los tres smartphones cuentan con características técnicas de primer nivel, ofrecen unas experiencias de usuarios muy cuidadas, apenas muestran puntos débiles y se comercializan por un precio bastante bajo –teniendo en cuenta la categoría de producto que de la que hablamos, claro–. El mejor ejemplo de ello es el LG G3, un smartphone que, aunque no es perfecto (ninguno lo es), se ha coronado como uno de los más completos: cuenta con un buen audio, una pantalla de alta resolución, buena autonomía, una capa de software totalmente rediseñada, un SoC potente, un precio relativamente bajo... etc. Ante un pack así, es difícil competir.
Marketing y más marketing. Aunque las inversiones no son ni mucho menos tan abultadas como las de Samsung, se aprecia cómo LG ha hecho grandes esfuerzos por mejorar este aspecto, el cual es clave para que los productos de la compañía tengan éxito en las tiendas.
Su imagen está cambiando. LG hace unos años era una compañía de segundo nivel en la gama alta. Tras la nefasta experiencia del Optimus 2X (con problemas de actualización y demás), muchas personas rechazaban los productos de la marca. Pero eso cambió gracias a Google y el Nexus 4, un producto que nos hizo replantearnos a todos esas críticas y comenzó a mostrar las nuevas pautas de LG. Pero no quedó ahí, pues con el Nexus 5 y el LG G2 dejaron claro que no eran la misma compañía que lanzó el LG Optimus 2X. El fabricante había cambiado, y con ello, la imagen ha ido mejorando progresivamente.
Líderes en LTE. La conectividad 4G LTE se está implementando poco a poco en todo el mundo, y LG es una de las compañías que más está apostando por esa conectividad en sus dispositivos –incluso en las gamas más bajas–. Puede parecer una razón menor, pero el hecho de contar con 4G LTE puede ser un factor decisivo a la hora de elegir un smartphone u otro en las gamas más bajas.
Samsung está perdiendo terreno. Los asiáticos no están reaccionando tanto como deberían. Con este aumento de competencia –no solo de LG, sino también de HTC y Sony–, Samsung debería poner toda la carne en el asador, pero parece no ser así. Sus productos son excelentes, sí, pero, como he dicho tantas veces, en esta industria no basta con mantenerse en la excelencia, hay que seguir yendo más allá y empujando para continuar en lo más alto. Y eso es lo que, al parecer, Samsung no está haciendo últimamente.
Como ven, no faltan razones que argumenten esa idea. Que LG suceda a Samsung como "rey" en el ecosistema Android es algo posible, aunque, como ya he dicho, es atrevido afirmar con rotundidad que será así. Lo que sí podemos afirmar es que, si Samsung no logra despertar en los próximos meses, su reinado llegará probablemente a su fin muy pronto; y, salvo que la situación de un giro por completo, todo apunta a que sería LG su sucesor.