América Móvil ha puesto manos a la obra tomando medidas para contrarrestar el impacto de los decretos de preponderancia del Instituto Federal de Telecomunicaciones de México (IFT), iniciando una estrategia comercial que lo llevaría a mantener su prácticas monopólicas, reduciendo su infraestructura y recortando algunos costos e inversiones de apoyo social, para reconfigurar su forma y librarse de los factores que lo terminaron determinando como preponderante, manteniéndolo a la raya de serlo y con actos que no precisamente beneficiarían a sus clientes. En una situación donde el punto principal de dicho proceso reside en la venta de sus radiobases en México.
30 mil radiobases, la mitad de América Móvil
El consejo de administración de América Móvil anunció en días recientes la decisión de desincorporar y vender estos activos y otros elementos de infraestructura pasiva, a favor de algún nuevo operador independiente. Esto supondría, en teoría, un movimiento sin precedentes, ya que América Móvil, dueña de más del 50% de las radiobases de México, mantuvo la exclusividad de las mismas durante décadas, negando compartir su infraestructura a otros operadores. Actualmente en el país alrededor de 30 mil sitios de telecomunicaciones móviles, y de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Telecomunicaciones por Cable (Canitec), en realidad esta liberación de infraestructura no es otra cosa más que una simulación.
En declaraciones recogidas por el diario El Financiero, Alejandro Puente, presidente del organismo, denunció que la estrategia de América Móvil en realidad no beneficiará al mercado ya que la escisión de sus activos no busca estimular la competencia:
Son golpes directos al monopolio de Telmex; sin embargo, las autoridades deberían ya estar analizando los escenarios que se presentarían en contra de la competencia, es una estrategia para evadir la ley. El propósito (de la nueva legislación) es que antes cumplan con la ley y que después hagan lo que quieran. La autoridad debe investigar a quien comprará esos activos.
De acuerdo con Puente, el marco legal actual permitiría sin problema alguno que una nueva compañía de telecomunicaciones, derivada indirectamente de la red empresarial a la que pertenece América Móvil, sea la que adquiera esas radiobases, o que el anuncio haya sido sólo para tranquilizar a sus accionistas, sin una intención real de liberar esa infraestructura sin antes lograr otra modificación en las disposiciones del IFT.
En un momento de alta especulación en el sector, Axtel se ha apuntado ya para adquirir las radiobases, mientras que algunos analistas señalan a los clientes de telefonía fija como los principales afectados de ejecutarse este proceso. El tiempo nos dará la respuesta final.