Malas noticias para las grandes tiendas online y buenas para la hacienda pública: El Ministerio de Hacienda ha anunciado una medida que obliga a todas aquellas tiendas que ofrezcan la descarga de ebooks a que tributen sus ventas al régimen general del 21% de IVA como ya hacen las nacionales, para transponer la directiva Europea con la que se pretende recauda hasta 3.000 millones de euros en 2015 y aplicable a todo el territorio de la Unión. De hecho, incluso en Gran Bretaña se obligará a Amazon que grave sus libros electrónicos al tipo impositivo del 21%.

Hasta ahora, pese a que los ebook ya estaban gravados al 21% del IVA, las grandes compañías extrajeras tributaban estas ventas en zonas fiscales de baja tributación como Luxemburgo, algo que les permitía mantener sus precios controlados de cara al consumidor puesto que estaban gravados con un tipo súper reducido del 3% o 4%, el mismo tipo que grava los libros en papel. Esta diferencia entre los tipos impositivos de un bien y otro bien, pese a que consumir los perciba como el mismo -un ebook o un libro físico-, se gravan de forma distinta porque las descargas electrónicas están consideradas un servicio y por ello se incluyen en el régimen general del IVA.

Los ebooks tributan al tipo general del 21% de IVAEn principio, esta medida no tendría porqué afectar a los precios de los libros de las grandes tiendas, puesto que estas sabían desde hace tiempo que sería una obligación a corto plazo y empezaron a cargarlo en sus presupuestos, por lo que se espera que mantengan los precios de cara al consumidor para que no suponga un impacto directo en ventas.

Lo cierto es que lo más lógico para el sector es equiparar los tipos impositivos tanto de los libros electrónicos como de los libros en papel puesto que sigue siendo un sin sentido que exista un diferencia de casi el 18% entre los impuestos gravados de uno y de otro. Esta medida ayudará a equiparar el mercado de los libros electrónicos de las tiendas extrajeras y las nacionales, pero desde luego no servirá de nada si que quiere fomentar el libro electrónico en sustitución del papel, cuyo único camino parece ser bajar el tipo impositivo de los ebooks al de sus homónimos.