La domótica o tecnologías para la automatización del hogar, no son nada nuevo. Ya tenemos más de 20 años imaginando cómo será el hogar del futuro, y desde siempre se nos ha dicho que al principio será algo que solamente se podrán permitir unos pocos, pero que con el paso del tiempo se irá adaptando hasta que la mayoría de personas puedan permitírselo.
“La tecnología debe favorecer que las personas mayores o dependientes puedan permanecer en su entorno cotidiano”
Pues bien, sin darnos cuenta el futuro ha llegado hasta nosotros, y ha entrado tan suavemente por la ventana que la mayoría no hemos caído en cuenta de que ya está aquí. Y entre las cosas que ha traído ese futuro está la domótica al alcance de la mayoría, o por lo menos eso es lo que parece.
La domótica no es algo tan caro, ni elitista, o por lo menos esa es la conclusión a la que han llegado un grupo de expertos del sector en una serie de reuniones celebradas por estos días en el CENTAC o Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad.
Estos chicos creen que esa concepción que tenemos todo respecto a los altos costos de las tecnologías que nos permiten automatizar el hogar deben ser borradas, y que de hecho, el algunos casos puntuales la domótica incluso puede reducir nuestros gastos a largo plazo haciendo más eficiente nuestro consumo energético.
Otras de las grandes ventajas que citan para la domótica es lo invaluable que pueden resultar estas tecnologías para personas con problemas de accesibilidad, como gente de la tercera edad o con impedimentos físicos varios que pueden mejorar mucho su estilo de vida y prescindir de los cuidados extremos de terceros, mismos que podrían ser más costosos que simplemente pagar por la instalación de sistemas automáticos que puedan controlarse desde equipos electrónicos.
Además, los chicos del CENTAC apuntan que la instalación de un sistema de automatización completo para un hogar de 90 metros cuadrados, que incluya elementos como control de persianas, control a través del móvil o climatización cuesta unos 4.000 euros, que según el tipo de usuario al que esté orientado podría ser una inversión más que valedera.
La domótica de consumo
Más allá de las conclusiones que han sacado los chicos que se reunieron en el CENTAC, por aquí creemos en otra vía para acercar la domótica al mercado de consumo, una en la que en lugar de utilizar planteamientos demasiado rebuscados los elementos cotidianos de nuestro hogar evolucionan para hacer más sencillo su uso.
“Lo importante no es llenar la casa de elementos sino que sean útiles para el usuario”
En la reunión ya decía Marcos Martínez de +Spacio que lo importante no es llenar la casa de elementos sino que sean útiles para el usuario, y justo por eso creemos que en lugar de macro instalaciones el mejor modo de implementar la domótica en el hogar actual es mediante el uso de gadgets en función de las necesidades del propio usuario.
De este modo, el usuario podría tener un hogar inteligente que no se escapa de lo que puede controlar, sino que además terminará pagando solo por lo que necesita, sin gastar demasiado.
Si hacemos balance y caemos en la cuenta de que un termostato inteligente cuesta entre 200 y 300 dólares, una bombilla inteligente unos 35 dólares, y otros 80 dólares por cada enchufe inteligente, llenar nuestros hogares de elementos que podemos controlar y programar desde el smartphone es incluso más económico, sin mencionar que puede realizarse de manera progresiva.
En definitiva, la domótica no es tan cara como suele pensar la mayoría, y progresivamente se irá haciendo aún más asequible en los próximos años. En la actualidad representa una solución especialmente atractiva para gente que disfruta de la alta tecnología, personas de edad avanzado o con impedimentos físicos, y no nos cabe duda de que en la medida que las personas pierdan el temor a instalar estos sistemas en su hogar se irán haciendo parte de nuestras vidas cotidianas.