Una de las grandes novedades que vimos en el pasado Google I/O 2014 fue Android L, la siguiente gran actualización del sistema operativo de Google para smartphones y tablets. Dicha versión, tal y como rumores y filtraciones previos indicaban, aporta grandes novedades a la plataforma Android, como un lenguaje de diseño renovado (Material Design) y mejoras en rendimiento y optimización, lo que hace que, en conjunto, esta actualización sea una de las más grandes (en cuanto a novedades y transcendencia) de la historia de Android.

Como no podía ser de otra forma, tan pronto como ha sido posible hemos instalado la Developer Preview –parece que ahora Google pretende seguir el mismo camino que Apple, liberando previews a comienzo de verano y lanzando la versión de forma oficial en otoño– en nuestros dispositivos compatibles y hemos comenzado a utilizar la nueva versión del SO de Google. Estas son las primeras impresiones.

Con Material Design, Google ha dado en el clavo

Android L

Material Design es el nuevo lenguaje de diseño que Google pretende imponer en todos sus productos a partir de ahora: tanto en web como en sistemas operativos y aplicaciones. Asimismo, también desea que todos los desarrolladores que trabajen con las plataformas de Google implementen estas líneas de diseño, especialmente aquellos que desarrollan aplicaciones para Android. Para ello, obviamente, Google ha intentado que Material Design encaje perfectamente en todos los ámbitos en los que se espera que se emplee.

Material Design supone un paso hacia delante bastante importante respecto a Holo y otras interfaces diseñadas por Google. Además de ese intento unificador entre todas las plataformas, Google se aleja por fin de esos tonos oscuros y azulados que inauguró con Android 4.0 Ice Cream Sandwich y que han sido predominantes hasta el día de hoy. Ahora la interfaz del sistema operativo es mucho más colorida, más plana y cuenta con una gran cantidad de efectos y transiciones que resultan realmente atractivas.

Android L

Pero no solo han cambiado las líneas de diseño como tales, sino también diversos elementos de la interfaz. Por ejemplo, los botones de navegación inferiores han sido modificados. Asimismo, las notificaciones ahora se muestran en la pantalla de bloqueo, sustituyendo así a los famosos widgets en la pantalla de bloqueo, que, salvo que Google los devuelva en la versión final, parecen muertos. También es destacable el rediseño de la sección de ajustes rápidos de la barra de tareas y el de la multitarea, que, personalmente, me recuerda a la previsualización de pestañas de iOS 7.

Las aplicaciones del sistema, en su gran mayoría, han sido rediseñadas para seguir las guidelines de Material Design. Asimismo, también muestran una mayor coherencia y mejor aprovechamiento del espacio –esto último, especialmente en la versión para tablets, donde se desperdiciaba mucho espacio en el pasado. En general, todo es mucho más limpio, moderno y atractivo: Google ha dado en el clavo con Material Design.

Hola ART y Project Volta

Android L

Pero las novedades de Android L no se limitan solo al rediseño. Google también ha introducido novedades a nivel interno, mejorando la optimización del sistema, las colectividades compatibles y un sin fin de aspectos. No obstante, son dos las características que más destacan: Project Volta y ART.

Project Volta, tal y como ya describimos en su momento, es el proyecto que Google ha iniciado para mejorar los consumos energéticos en Android. ¿El objetivo? Lograr una mejor autonomía en todos los dispositivos que ejecuten el sistema operativo de Google, el cual no se ha caracterizado nunca por ser especialmente eficiente energéticamente. De momento es pronto para juzgar la efectividad de este proyecto, aunque, tras ver que Project Butter realmente aportó lo que se esperaba en términos de fluidez, lo más probable es que Project Volta realmente mejore la autonomía de los dispositivos y no sean simples palabras de Google.

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La segunda de estas características es ART, la nueva máquina sobre la cual se ejecutan las aplicaciones Android. En Android 4.4.4 KitKat, la máquina predeterminada era Dalvik (presente en Android desde sus inicios). No obstante, en algunos dispositivos (como los Nexus), se podía cambiar a ART en Ajustes. Ahora, en Android L, Dalvik ha desaparecido y ART pasa a ser la máquina predeterminada. ¿El objetivo? Dotar de una mayor fluidez, suavidad e incluso eficiencia energética al sistema operativo. A priori, se aprecia una mejora en estos aspectos, aunque es difícil decir cuan mejor es respecto a Dalvik en la versión anterior. Android L es, junto con Ice Cream Sandwich, la mayor actualización de la plataforma Es pronto para juzgar la efectividad de todos los cambios que Google ha realizado bajo el capó a Android, pues, además de que es necesario un periodo de tiempo más prolongado, muchas de estas novedades no están pulidas o no se han incluido al 100% en esta Developer Preview, por lo que lo idóneo es esperar a la versión final que esperamos en otoño para realmente juzgar el trabajo que Google ha hecho.

Lo que sí podemos decir es que, de momento, Android L es una gran actualización. Con Material Design, Google ha dado en el clavo, dotando al sistema de una estética mucho más moderna y atractiva; y con novedades como ART y Project Volta, Android continúa puliendo la experiencia de usuario mediante esos elementos invisibles al usuario, los cuales son casi tan importantes como los visibles. En general, Google ha hecho un muy buen trabajo tanto con Android L como con Material Design. Personalmente, ardo en deseos de poder disfrutar de la versión final (a ser posible, en el futuro Nexus 6, que, como informamos ayer, parece que será una realidad finalmente).