La historia tras este extraño hashtag empieza como suelen empezar estas historias: Elliot Rodger, un joven con unas ideas horribles en su cabeza, dispara y mata a siete personas en el condado de Santa Bárbara en los Estados Unidos tras inundar la red con multitud de fotos y horas de vídeo que detallan su dolor y su envidia trasformado en odio hacia las mujeres. ¿El motivo? Su propia misoginia y odio a las mujeres como detonante de su frustración al no encontrar ninguna chica que quisiera estar con él.
No hay término para simplificar el proceso que llevó a Rodger a cometer tal atrocidad puesto que no venía de una familia con pocos recursos y además recibía ayuda de profesionales. En pocas palabras: tenía ayuda y una pistola, y desafortunadamente, eligió la pistola.
Pero lo realmente aterrador es que, como parte de su locura, tenía argumentos en la cabeza para autojustificarse lo más injustificable que estaba apunto de hacer, e inundo la red con ellos. Y la red respondió en consecuencia. Tras este crimen atroz se volvió al debate sobre el uso de armas en los Estados Unidos y se abrió otro que ha dado la vuelta al mundo: #YesAllWomen.
#YesAllWomen está lleno de verdades difíciles que generalmente se esconden
El hashtag, que se convirtió en Trending Topic mundial, pretendía enseñar la ineludible verdad a la sociedad de que ningún hombre puede sentirse con derecho a tratar a las mujeres de forma distinta, y menos a expensas de su seguridad y de su integridad física. Que no hay razón, excusa o motivo que pueda justificar un trato diferente, lección que sucesos como el Santa Bárbara demuestran que aún queda muy camino por recorrer, y han hecho ver al conjunto de la sociedad la terrible verdad de la que apenas se habla: vivimos en una sociedad misógina.
Algunos de los usuarios de Twitter han compartido sus experiencias personales, y otros, algunos comportamientos sociales que desgraciadamente desembocan en violencia contra la mujer, sea del tipo que sea. Pero algo en lo que todos han coincidido a través de #YesAllWomen es en poner de relieve los peligros para la mujer en una sociedad que se considera a si misma igualitaria, haciendo más tangible el dolor, desgraciadamente acallado, de muchas mujeres:
#YesAllWomen es importante porque una gran cantidad de muy buenos chicos simplemente no saben lo que se siente al caminar en un cuerpo femenino. Ellos no saben lo que es vivir con la constante amenaza de la violencia sexual, cada vez que caminamos a nuestros coches solas en un garaje, o caminar por la calle en la noche. -Sara Benincasa, escritora y humorista Norteamericana.
La sociedad no ha cambiado tanto como creemos
Por mucho que se pretenda disfrazar las continuas conquistas sociales de las mujeres a lo largo de los últimos 50 o 60 años, la sociedad ha cambiado tan poco que todavía hay indeseables que se creen con el derecho a tratar a una mujer de forma distinta a cómo tratarían a un hombre, retratando los problemas que ya son algo endémico de una sociedad que se considera a si misma la vanguardia del Siglo XXI.
Trata de hacer ver a la sociedad que la mujer juega en desventaja
Y #YesAllWomen no trata solo sobre la mujer, trata sobre hacer ver al conjunto de la sociedad que la mujer, desgraciadamente, juega en desventaja, y de la importancia que conlleva asegurarnos de hacer ver al conjunto de la sociedad de este mundo global que las mujeres no solo no son diferentes a los hombres si no que además son la razón por la que los hombres están aquí, son las que llevan luchando toda la vida por hacer de este mundo caprichoso y violento un lugar mejor.
Esa es la única verdad que hay que proteger. Y como el feminismo no busca nada más que la igualdad de derechos para las mujeres, intentemos ser un poco feministas. Mientras lo solucionamos, aquí hay algunos tweets (en inglés) que bien pueden ilustrar lo que la red ha vivido con #YesAllWomen: