Fukushima es un nombre que, lamentablemente, quedará grabado en la memoria de todo el mundo. Cualquier persona en cualquier parte del planeta podrá decirte, con menor o mayor acierto, qué representa Fukushima. En 2011, Japón sufrió un tsunami que arroyó gran parte de la costa este provocando, como consecuencia, que la central sufriera una triple fusión del núcleo. Tres años después somos testigos de la desolación.
El vídeo muestra la población de Tomioka donde desembocaron los residuos de la fuga radioactiva de la central nuclear. Las imágenes bien podrían valer como escenario del mejor (o peor) film post-apocalíptico. En este caso, la compañía HEXaMedia ha podido realizar la captura de este corto gracias al uso de drones.
La sensación que uno tiene al finalizar el vídeo es que no somos realmente conscientes de las catástrofes hasta que nos tocan de cerca y eso es algo muy difícil de transmitir. A pesar de ello, la tecnología es capaz de ayudarnos a ver las cosas desde otra perspectiva, como en este caso, y así hacernos una pequeña idea de la magnitud de la tragedia.