Con unos cuantos ingredientes y un par de pasos elabora "botellas" de agua comestibles. Esta idea, con base en la cocina molecular, nos ofrece una alternativa distinta de las botellas plásticas que se usan para comercializar el agua y demás bebidas; uso que implica un serio problema actual ya que un porcentaje muy pequeño se recicla y su elaboración consume recursos no renovables como el petróleo.
Estas esferas me recuerdan el principio básico de los conos para helado: sirven de transporte, son comestibles y además deliciosos. La membrana que se forma y que finalmente encapsula el agua se come. Se supone que la cocina molecular prevé beneficios en el consumo de sus ingredientes. Los que se usan en esta receta son comunes en la esferificación, técnica de muchas recetas de esta peculiar cocina que se especializa en combinar la ciencia con la alimentación.
Cómo se elaboran
Se pone un gramo de alignato de sodio en una taza de agua potable (es la que se va a esferizar), con una batidora se combinan de forma homogénea. La mezcla se deja reposar por 15 minutos.
A otro recipiente con 4 tazas de agua se le agrega 5 gramos de lactato de calcio y se integran.
¡Es aquí donde la magia sucede!, la primera mezcla se agrega en cucharadas a la segunda. Muy pronto se ven las esferas al entrar en contacto con el lactato de calcio, se baten con mucho cuidado por 3 minutos, tiempo en el cual la membrana se forma.
Por último se estabiliza la reacción retirándolas del recipiente y colocándolas en agua.
No todo termina ahí, las esferas pueden hacerse con jugo de frutas, así es posible transportar agua de muchos sabores en estas "botellas" comestibles.