Seguramente hayan unos cuantos conceptos sobre las pantallas de smartphones (y pantallas en general) que te suenen de algo o conozcas algunos de ellos. Gamma, temperatura de color, escala Kelvin, brillo máximo y mínimo en nits... Estas escalas y valores que parecen simples números luego tienen su reflejo en las percepciones que nos dejan las pantallas. Así que para que sea más fácil digerir algunos de estos valores cuando hablamos de ellos en las reseñas, ahí van explicaciones claras y ejemplos prácticos.
Brillo en nits
Aunque habitualmente se mide el brillo de una pantalla en nits, no es una medida estándar. El estándar es el lux. Aproximadamente, 1.000 luxes equivalen a 318 nits, un valor presente en casi todas las pantallas de smartphones actuales.
Los luxes se miden en lúmenes por metro cuadrado a través de un luxómetro. Los nits, a través de la candela por metro cuadrado. Pero lo importante: ¿en qué afecta esto a un smartphone? A mayor brillo máximo en nits, mejor se verá la pantalla en condiciones de luz solar directa. No es el único factor que interviene, pero es el más importante. Por ejemplo, el Nokia Lumia 1520 tiene un brillo máximo de 600 nits, el mayor en la gama alta. La BlackBerry Q5 alcanza los 912 nits, el smartphone reciente con un mayor valor.
Aunque menos importante, también está el valor del brillo mínimo. No afecta tanto como el brillo máximo, ya que sólo nos importa cuando usamos el smartphone en la oscuridad total. ¿Alguien ha notado alguna vez que el brillo mínimo es demasiado potente? Me ocurrió por ejemplo con el Sony Xperia Z1 Compact, aunque el dispositivo en que más noté esto fue en el iMac de 2008, más allá de smartphones. En la siguiente gráfica podemos ver el brillo máximo y mínimo en nits de algunos smartphones actuales:
Resolución, densidad de píxeles, esquemas
El otro día explicaba en Celularis qué resolución tiene cada nombre comercial: qHD, UHD, WXGA... Con la gama alta ya apalancada en Full HD (1080p) y los primeros indicios de pantallas QHD 1440p en camino o ya presentados como el caso del Oppo Find 7, 2014 es el primer año en un tiempo en el que llegan flagships que no aumentan la resolución respecto al año anterior.
La densidad de píxeles quedó establecida en 2010 como necesariamente por encima de 300 ppp (píxeles por pulgada),la densidad a partir de la que teóricamente el ojo humano ya no es capaz de continuar distinguiendo píxeles. Para tomar una referencia, 5 pulgadas 1080p dejan una densidad de 441 ppp. 5 pulgadas 720p, 293 ppp. La pantalla del Oppo Find 7, de 2560 x 1440 píxeles en 5.5 pulgadas, 534 ppp.
Luego está, en el caso de las pantallas OLED, el esquema de organización del subpíxel. Aquí llega una palabra que aterroriza a más de uno: Pentile. La popularizó el Galaxy S3, y continuó siendo usada por Samsung en varios de sus terminales. No obstante, el Galaxy Note 3 introdujo un nuevo esquema llamado Diamond Pixel Architecture (de esto se dieron cuenta en OLED-Info, la evolución puede comprobarse en esta imagen:
Gamma
El valor gamma más habitual es 2.2, heredado de la época de los monitores CRT, y dejando atrás el 1.8 que empleaba Apple en sus viejos ordenadores. Afecta a cómo vemos la escala de grises, normalmente compensado para evitar que se vea demasiado oscura. Pero también afecta a la sensación de luminancia de la imagen, y con ello, a cómo vemos representados los colores.
Por ejemplo, Nokia incluye en su software una corrección del gamma automática que detecta mediante el sensor de iluminación cuándo la luminosidad del entorno es muy alta. Esto permite que los textos y las imágenes en pantalla sean más legibles. No obstante, en el caso particular de Nokia a veces esto provoca una caída en la calidad de la imagen, a cambio de lo que se gana en visibilidad. En la siguiente gráfica, el valor de algunos smartphones de gama alta actuales.
Temperatura de color
La temperatura de color se mide en la escala Kelvin (K) para determinar si una imagen tiene una iluminación fría o cálida. Se equipara al tipo de iluminación diurna, a la luz ambiental. El punto blanco, valor óptimo, está en 6.500 K. No obstante, en la industria gráfica se encuentra en 5.000 K, una temperatura algo más cálida.
Aplicado a los smartphones, hay un ejemplo perfecto de una alta desviación del punto blanco: el Samsung Galaxy S, que muchos recordarán por tener una pantalla con una temperatura de color gélida en la que primaban los tonos azules. Más allá de ser una Super AMOLED de 2010, tiene su motivo en sus 10.200 K. Números que explican feelings. En los smartphones de gama alta actuales, sólo el Nexus 5 se acerca a ese valor de 6.500 K, quedando el resto algo por encima pero en valores mucho más aceptables y que no suponen problemas.
Delta E
La escala Delta E mide la diferencia mínima de color que es capaz de distinguir el ojo humano, medida con un espectrofotómetro. En las pantallas de smartphones, este valor está notablemente por encima de los monitores. Los valores excelentes están entre 0 y 1, y a partir de ahí van empeorando hasta superar el valor de 5, barrera sobre la cual se considera que el Delta E es malo.
El mejor smartphone actual en esta escala es el Nokia Lumia 1520, que baja el listón hasta 3. El iPhone 5s y el Nexus se mantienen por debajo de 4, y el resto quedan por arriba (nota: Galaxy S5 y HTC One M8 no incluidos todavía en esta medición).
¿IPS vs AMOLED?
Ya en Celularis hicimos también una comparativa con las ventajas e inconvenientes de IPS vs AMOLED. De forma resumida, las ventajas de IPS son una mejor reproducción del color, mayor nitidez, mejor ángulo de visión, un blanco más intenso y un menor tiempo de respuesta. Los inconvenientes son la necesidad de una retroiluminación más potente, un mayor consumo de energía, y un mayor grosor de los paneles, que deriva en terminales más gruesos (a priori y con igualdad en diseño y resto de componentes, claro).
Por su parte, las ventajas de AMOLED son provocar paneles más finos, la ausencia de retriluminación que ya no es necesaria, un color negro más intenso, un alto contraste y una mayor autonomía. Como desventajas, su producción es algo más cara, las imágenes tienen una definición menor, el brillo es también menor, el tiempo de vida útil es más corto, y el impacto medioambiental es mayor.