De vez en cuando, la competencia agresiva puede hacer que lo que era tecnología imposible de alcanzar para muchos, comience a estar al alcance de todo. Algo así pasó cuando Barnes & Nobble, y más adelante Amazon, comenzaron a comercializar tablets bastante decentes por precios verdaderamente ridículos. Más recientemente la historia se ha repetido en el mercado de los centros multimedia, donde Google bajó el listón del precio al mínimo cuando decidió poner en el mercado su Chromecast.
Pues bien, ya había un puñado de casas que estaban haciendo las cosas bastante bien en este mercado, y algunas de ellas simplemente no están dispuestas a dejar que Google extienda sus tentáculos a su negocio. Ese es el caso de la gente de Roku, que si dominas la lengua de Shakespeare seguramente verás como los fabricantes de los mejores centros multimedia. Una verdadera lástima que sus equipos no tengan a penas canales en español.
1200 canales lo ponen por encima de las capacidades del Chromecast
Recientemente Roku ha salido al mercado con su respuesta al Chromecast de Google. Como todos los productos de la casa, éste también se llama Roku, la diferencia es que no guarda ninguna relación con sus predecesores en tamaño, sino que se trata de un stick, o dispositivo de tipo llave USB, mucho más similar al Chromecast de Google. Así, tenemos un stick HDMI que al conectarse a nuestro televisor, sin importar que se trate de una vieja TV tonta, podremos acceder a los más de 1.200 canales de Roku.
El Roku 3500R, que es como se llama este pequeñín, cuenta con un mando a distancia para poder ser controlado, pero si te has acostumbrado a lo que puedes hacer con Chromecast y tu smartphone, también podrás controlar el stick de Roku usando un terminal móvil.
Lo mejor de todo, es que con la reducción de dimensiones, también viene un sensible recorte en el costo, y es que la alternativa de Roku cuesta solo 50 dólares, lo que quiere decir que por 15 dólares más puedes tener un catalogo mucho más grande además de un mando a distancia por si no quieres usar el smartphone para controlar la TV.