MH370

Russavia (Wikimedia)

Ayer conocíamos la fatídica noticia sobre el desenlace del vuelo MH370. El primer ministro malayo, Najib Tun Razak, confirmaba que los datos obtenidos por el satélite Inmarsat y la compañía Air Accidents Investigation Branch demostraban el peor de los finales que podríamos haber imaginado para este avión de Malaysia Airlines.

Tras días de búsqueda internacional, en la que habían participado 26 países, con el objetivo de encontrar con vida a los 239 pasajeros y tripulación que viajaban en el vuelo MH370, los resultados presentados por Razak cerraban por el momento la investigación. Sin embargo, existen dudas sobre cómo se obtuvieron estas conclusiones, puesto que los datos no se basan en el hallazgo de restos del avión, sino en cálculos de la posible trayectoria del vuelo.

El último vuelo del MH370 fue seguido desde el espacio

Las noticias sobre el avión de Malaysia Airlines nos recordaban irremediablemente al guión de la serie Lost. Un vuelo perdido en medio de la nada, un posible sabotaje abordo, un extraño mensaje de despedida y la desactivación de los sistemas de comunicación no hacían más que ofrecer pistas inconclusas a la investigación sobre su desaparición.Una débil señal emitida cada hora permitió reconstruir la trayectoria del avión

Por fortuna, y a pesar de los problemas que ha mostrado Malasia en cuanto a la seguridad aérea, hoy en día contamos con un avance tecnológico importante, el satélite Inmarsat, que ha ofrecido desde el espacio las pistas fundamentales para cerrar este extraño caso del vuelo MH370.

En realidad, no se trata de un único satélite, sino que la última generación de Inmarsat cuenta con tres sistemas F1, F2 y F3 (o satélites I4), que consiguen cubrir la cobertura del 90% de la superficie terrestre. En una entrevista concedida al diario The Telegraph, el vicepresidente de la compañía, Chris McLaughlin, explica cómo pudieron rastrear la trayectoria del MH370:

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A pesar de que los sistemas de comunicación fueron desactivados, una débil señal emitida por el avión MH370 permitió reconstruir su último viaje. Este pequeño tono o "ping" se utiliza para "cronometrar" la duración del vuelo, pero recabar estos datos y hacerlos coincidir con la trayectoria es sumamente difícil. Esto es debido a que la señal solo se emite una vez cada hora.Gracias a un fenómeno físico descrito en el siglo XIX, podemos saber dónde cayó el avión

Modelizar esta información y compararla con la red de aviones similares al vuelo MH370 fue clave para conocer que finalmente se estrelló en el océano Índico. Una vez que el avión abandonó el espacio aéreo malayo, voló al menos durante cinco horas, según los datos y estimaciones ofrecidas por la compañía británica.

Los estudios se basaron en el análisis de un conocido fenómeno físico, el efecto Doppler, por el cual la frecuencia de una onda cambia debido al movimiento relativo de la fuente frente a su observador. Las variaciones en las frecuencias recibidas por los ingenieros de Inmarsat ayudaron a desvelar la trayectoria fatídica del MH370.

Las señales estudiadas por el satélite permitieron que el pasado 18 de marzo, las autoridades de Australia y Estados Unidos acotaran muchísimo más su búsqueda, focalizándose en un 3% del corredor sur. A través de los datos analizados por la compañía británica, hoy sabemos cuál fue la última señal del MH370, producida justo después de que el avión se quedara sin combustible.

Aunque no conocemos todavía cuánto más duró en el aire, lo cierto es que el "ping" final muestra claramente cómo el avión terminó estrellándose en el océano Índico. Un final realmente trágico, en el que no podemos llegar a imaginarnos el sufrimiento de los familiares y allegados de todos los pasajeros y tripulantes de aquel vuelo.