Por si no lo sabíais, Apple es bastante quisquillosa a la hora de aceptar material para la App Store. Normalmente revisan las aplicaciones y los contenidos con muchísimo detenimiento antes de aceptarlos. ¿Pero qué pasa cuando el problema lo origina simplemente la copia con intenciones maliciosas? Apple y el plagio cuentan con una cuidada relación.

No es nada extraño encontrarnos problemas originados por el simple copia y pega de código, texto, imágenes o cualquier otro material sujeto a las leyes de propiedad intelectual. Éstas, por su parte, se pueden regir a nivel nacional o internacional. Las que afectan a Apple, en concreto, son las leyes de propiedad intelectual estadounidenses y en ellas se apoya la compañía para tomar medidas en caso necesario. En Cupertino, donde la innovación es ley, se lo toman muy en serio y Apple tiene su propia metodología para actuar sobre los problemas de plagio.

Apple y el plagio, el proceso de cerca

Como decíamos la propiedad intelectual es un asunto bien espinoso que va levantando ampollas allá por donde pasa. Y es lógico, es un cuchillo de doble filo utilizado para proteger y para atacar. Esto precisamente es completamente aplicable al caso de Apple. El proceso de para denunciar las violaciones dentro del mundo de Tras denunciar el plagio, Apple delega en un representante legal que supervisa el casoApple y el plagio es relativamente sencillo. Para poder denunciar un material teóricamente plagiado existe un formulario donde alertar del problema y demostrar quién es el dueño original del material.

Centrándonos especialmente en el desarrollo de Apps, donde la mezcla de Apple y el plagio pueden convertirse en algo bizarro, una vez comenzado el proceso, se mantiene contacto con un representante legal de iTunes quién notificará a la parte infractora del plagio. Por su parte, quién es acusado de plagio recibirá un correo avisando del problema con comentarios añadidos por parte del denunciante y su contacto para poder arreglar el problema por la vía más diplomática posible. Tras la revisión pertinente y si las dos partes no toman acuerdo y el proceso se cierra sin que se puedan cumplir las exigencias de ambas, el representante tomará la decisión que crea conveniente.

El cuchillo de doble filo

Precisamente aquí descansa un problema serio. Puesto que ambas partes pueden no acordar nada, entonces la potestad absoluta le pertenece a Apple, la cuál tiene desde el principio para hacer lo que le venga en gana por contrato. Esto quiere decir que la decisión tomada puede terminar siendo poco eficaz o extrema debido a la posición ajena que tiene el representante legal. Según contaban en el Electronista, con Tim Oliver, creador de iComics, por suerte no ha sido así. En su caso, el problema de plagio fue algo tan tonto como la copia del texto explicativo de la aplicación en iTunes.

Tras decidirse a actuar, hoy mismo podemos ver el efecto que ha tenido el acuerdo ya que el infractor ha cambiar el objetivo del plagio. Pero como decíamos, no todo llega a buen puerto. Esto ocurrió con Osu!Stream, hace apenas dos años. La aplicación, que sí se encuentra disponible en iTunes en estos momentos, recibió la denuncia por un plagio de gráficos. Inmediatamente, el equipo se puso en contacto con Dean Herbert, su desarrollador. Tras una breve disputa, no se llegó a ningún acuerdo y el representante decidió dar de baja al aplicación de Herbert.

Apple y el plagio
Detalle de la "Skin" supuestamente plagiada. Fuente: PPY blog

¿Y todo por qué? por una simple "Skin" para el juego cuya autoría creó el conflicto. Los productos relacionados con Apple y el plagio, como hemos dicho, son algo que se toman muy en serio desde Cupertino, por ello mismo, aunque el problema de la autoría no quedó del todo resuelto y la medida parecía extrema, fue tomada sin dilación para perjuicio del desarrollador quién tuvo que adaptar su App sí o sí. Este no es el único caso que ocurre al respecto, en el cual Apple toma decisiones demasiado tajantes ante un conflicto. La diferencia, como en este caso particular, es que esta metodología puede ser usada en contra del propio desarrollador, con todos los puntos negativos que conlleva este acto.