En el último mes, Spotify ha dado un gran salto hacia delante a eliminar las limitaciones en su cliente para navegador de escritorio y permitir el acceso desde smartphones con cuentas que no fuesen premium. La paulatina eliminación de restricciones, evidentemente, nos permitirá disfrutar más del servicio y, sobre todo, profundizar en el catálogo musical que Spotify nos ofrece para salir de nuestras playlists y descubrir nuevos artistas o discos. Las recomendaciones, precisamente, son la puerta que nos permite ampliar nuestro horizonte musical; una funcionalidad que se nutre de nuestra propia actividad en el servicio y que, con el tiempo, podría aprovechar la información de los sensores de nuestro smartphone y otros gadgets para influir en los resultados que ofrece.
Como usuario de Spotify, además de escuchar mis playlists o las recomendaciones que me hacen mis contactos, debo reconocer que las recomendaciones me han abierto las puertas de artistas que no conocía y que, al final, han terminado formando parte de algunas de mis playlists y favoritos.
Cualquier motor de recomendaciones toma, como principal referencia, nuestra actividad en el servicio; es decir, la música que escuchamos, los artistas que nos gustan o algunas de las búsquedas que hacemos. Sin embargo, Spotify aspira a mejorar aún más su sistema de recomendaciones y adaptarlo al contexto en el que nos movemos o, incluso, a nuestro estado fisiológico.
En unas declaraciones a TechRadar, Donovan Sung, el responsable de las recomendaciones y la función "Descubre" de Spotify, se atrevió a visualizar algunos de los datos de entrada que podrían nutrir y, sobre todo, mejorar el sistema de recomendaciones el servicio. Cuando llevamos nuestro smartphone en el bolsillo, éste podría actuar de sensor y monitorizar si estamos corriendo o paseando, montados en nuestra bicicleta o montados en un coche; el acelerómetro del terminal podría aportar esta información y Spotify podría adaptar las recomendaciones de manera dinámica.
Cuanto mayor es la información que el servicio puede recopilar sobre los hábitos del usuario, mejores son las recomendaciones que se pueden ofrecer y, siguiendo con esta senda, Sung visualiza el uso de sensores que permitan monitorizar el ritmo cardíaco (y, quizás, intentar evaluar qué sentimos al escuchar una canción determinada) o, incluso, la temperatura de los usuarios.
¿Y qué puede aportar el uso de sensores a Spotify? Aunque lo que Sung comenta es un plan a medio-largo plazo, la idea es bastante interesante porque haría el motor de recomendaciones de Spotify extremadamente dinámico. Imaginemos recomendaciones y playlists que cambian según el horario, el clima o los cambios en nuestra posición; una radio dinámica que intentaría encajar a la perfección en lo que estemos haciendo.