Parece que es imposible enumerar cuántas alegrías ha traído al mundo el mítico Raspberry Pi. El microordenador ha cumplido muy bien con el objetivo para el que fue planteado: servir como medio barato para llevar a cabo proyectos en los que la potencia no necesariamente lo es todo. Y ya sea con propósitos educativos, científicos o de recreación, la económica placa se las ha apañado para poder con prácticamente cualquier cosa.
El último proyecto con el que nos ha sorprendido un entusiasta del Pi, es un tablet hecho utilizando como base la mentada placa. Así, Michael Castor, un fanático de hacer las cosas con sus propias manos, cuenta cómo desde hace algunos meses había tenido la cabeza ocupada pensando en que de verdad deseaba un sistema basado en Linux, portátil y fácil de usar. La conclusión lógica para él fue tomar un Raspberry Pi, juntar las piezas faltantes y montar su propio PiPad, como lo ha bautizado.
Aparentemente, la primera limitación la encontró cuando estaba buscando una pantalla que se adaptara a las necesidades que tenía. Y es que si bien los requisitos energéticos de la placa del Pi no son demasiado elevados, y pueden ser fácilmente sustentados por una batería, la historia es bastante diferente cuando intentamos conseguir un monitor con pantalla táctil.
Sin embargo, tan pronto como logró encontrar el monitor correcto para lo que necesitaba, se dispuso manos a la obra a juntar todo lo que había estado reuniendo y luego de crear una carcasa a base de fibra de carbono, logró ensamblar la bonita pieza de tecnología que ven en las imágenes de esta entrada.
El resultado final es bastante agradable a la vista, en términos estéticos, y parece que utilizando XBMC, no deja nada que desear en lo que a rendimiento de contenidos multimedia respecta. Sin embargo, y pese a haber utilizado una batería de 10.000 mAh, a penas se logra mantener con vida durante unas 6 horas, y no se puede cargar mientras está encendida.
Por último, Michael no puede evitar sentir que quizás la mayor deficiencia de su creación está en el software, y es que los sistemas operativos basados en Linux para Pi no están optimizados para usarse con pantallas táctiles, por ahora.